Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los accionistas estadounidenses de Vale do Rio se enfrentan a Lula da Silva

La ofensiva iniciada por el presidente brasileño Lula da Silva para que Vale do Rio invierta más en el mercado nacional ha terminado con la paciencia de los principales accionistas privados del gigante minero, entre los que se encuentra Blackrock. Los inversores acusan a Lula de perjudicar sus intereses en la compañía que preside Roger Agnelli con su fuerte presión política para la construcción de más fábricas de acero en el país. La ofensiva iniciada por el presidente brasileño Lula da Silva para que Vale do Rio invierta más en el mercado nacional ha terminado con la paciencia de los principales accionistas privados del gigante minero, entre los que se encuentra Blackrock. Los inversores acusan a Lula de perjudicar sus intereses en la compañía que preside Roger Agnelli con su fuerte presión política para la construcción de más fábricas de acero en el país.

El 16% de las ventas de Vale proviene del mercado brasileño, y el objetivo de Lula es que esta cifra aumente de forma continuada en los próximos años. El grupo de inversores ha acusado al mandatario de anteponer la política a sus beneficios empresariales, a lo que Lula ha respondido que el único fin de su propuesta es incentivar la creación de puestos de trabajo en el país. Además, en repetidas ocasiones ha criticado que Vale ya no puede permitirse el lujo de dedicarse sólo a las exportaciones de hierro.

La construcción de las fábricas es una más de las peticiones que Lula ha hecho a la compañía minera en los últimos meses. El presidente inició su particular batalla después de que la crisis financiera global obligase a la firma a recortar su plantilla y su producción en el país carioca.

El pasado 11 de septiembre, Lula también pidió a Vale que comprase en el mercado local los buques necesarios para la exportación de mineral a los mercados internacionales como China.

El pasado mes de agosto, el ministro de Presupuestos brasileño, Paulo Bernardo, ha vuelto a arremeter contra la política de exportaciones de Vale do Río. Según el Instituto Brasileño del Acero, las importaciones del mineral han aumentado un 25,9% en el primer semestre del año, y Bernardo considera escandalosas estas cifras siendo la empresa local la mayor productora mundial. Tal vez el malestar del Gobierno con la compañía provenga de las últimas declaraciones del presidente de la firma, Roger Agnelli, que recientemente se ha defendido asegurando que “el dinero está en Asia”, donde se dirige el 41% de su negocio, frente al 17% del mercado local.

Para muchos analistas esta política de Lula también podría poner en riesgo los beneficios de la compañía, en un momento en el que las grandes mineras internacionales también han retrasado proyectos e inversiones para hacer frente a la caída de la demanda.

El cruce de acusaciones podría endurecerse esta misma semana, después de que el Ministro de Energía y Minas del país, Edison Lobao, haya propuesto un aumento de las regalías que Vale paga por sus beneficios al Estado, algo que las empresas mineras debatirán en los próximos días en una conferencia que se celebrará en Belo Horizonte.

El pasado año Blackrock compró un 10,2% de la firma Bradespar, que pertenece a Valepar, una compañía que posee el 52,70% del capital de Vale do Rio. Los accionistas de Blakcrock aseguran que la compañía brasileña debería guardar su efectivo de 12.000 millones de dólares y esperar a que los precios del hierro registraran un repunte en los mercados de materias primas. Las acciones de Vale do Rio se han revalorizado un 48% desde mínimos de septiembre, frente al 62% de ganancias experimentado por el índice Bovespa.

Más información

Scroll al inicio