La coalición Juntos Haremos Historia (integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social) arrasa también en las Cámaras Legislativas del país azteca.
Ya se sabía que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha conseguido la victoria más amplia en unas elecciones presidenciales en la historia reciente de México, con cerca de un 53% de los sufragios y superando también ampliamentea las cifras obtenidas por Enrique Peña Nieto en 2012, Felipe Calderón en 2006 o Vicente Fox en 2000.
Pero, además, AMLO y su coalición Juntos Haremos Historia (integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social) ha arrasado también en las Cámaras Legislativas del país azteca, donde podrá contar con mayoría absoluta.
Así, con el conteo ya casi finalizado, todas las proyecciones apuntan a que en la Cámara de Diputados, Morena-PT-PES tendrán 312 representantes de los 500 que componen la Cámara; mientras que, por su parte, PAN-PRD-MC, tendrá 128, y PRI-PVEM-NA, 60.
Y, en el Senado, la situación no será muy distinta, ya que según los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), Morena conseguiría 70 asientos, por los 38 de la coalición que encabezó el PAN, 38, y los 20 senadores de la del PRI.
Además, Morena ganó cinco de las nueve Gobernaciones que estaban en disputa. Sin embargo, todas estas victorias, en apariencia abrumadoras, son más complejas de lo que parecen en una primera impresión.
Y es que, pese a contar con estas mayorías, no todo será un camino de rosas para AMLO ya que Juntos Haremos Historia es una coalición muy heterogénea en la que además de sectores de izquierda, se incluyen partidos y representantes evangélicos, expriistas y expanistas.
Por ello, la capacidad de negociación y de aunar diferentes intereses de un López Obrador que está demostrando ser, sobre todo, un líder pragmático, determinará ahora las posibilidades de sacar adelante las grandes reformas que pretende realizar en áreas com la lucha contra la corrupción o Energía.
