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Las remesas a Latinoamérica, un negocio de 45.600 millones para las telefónicas

Latinoamérica se ha convertido en un mercado clave para el sector de las telecomunicaciones y no sólo para sus negocios tradicionales. La región también ofrece oportunidades a aquellas compañías que quieran abrirse a otras actividades que le aporten ingresos extra, como el de las remesas. Pyramid Reseach cifra en 45.600 millones de euros el potencial de este mercado para las operadoras móviles. Latinoamérica se ha convertido en un mercado clave para el sector de las telecomunicaciones y no sólo para sus negocios tradicionales. La región también ofrece oportunidades a aquellas compañías que quieran abrirse a otras actividades que le aporten ingresos extra, como el de las remesas. Pyramid Reseach cifra en 45.600 millones de euros el potencial de este mercado para las operadoras móviles.

Según asegura la firma de análisis en un informe, a medida que la penetración de la telefonía móvil en el subcontinente se aproxima al 100%, este nuevo servicio representa una tremenda oportunidad para las compañías que operan en Latinoamérica. La emigración a EEUU y Europa en los últimos 20 años ha provocado que Latinoamérica dependa en gran medida de las remesas para sostener el consumo local.

“El flujo de remesas ha cambiado drásticamente la estructura economía de algunos países que dependen en gran medida del capital enviado por estos trabajadores”, apunta José Magaña, analista de Pyramid , quien asegura que en algunos casos los flujos de dinero sobrepasan el 10% del PIB nominal. En este escenario, “con una penetración bancaria media del 50% y la ventaja de una infraestructura ya desarrollada, es obvio que las compañías de telefonía móvil tienen la ventaja de ser el sector mejor posicionado para proporcionar una variedad de servicios adicionales, incluidas las remesas”, destaca la consultora.

En este sentido, Pyramid advierte de que aquellas operadoras que tarden en sumarse a este nuevo segmento de mercado corren el riesgo de quedarse relegadas a jugar un papel secundario, del mismo modo a lo que ya ocurre en otros negocios, como en el de la publicidad móvil.

Telefónica ha sido una de las compañías pioneras en adentrarse en este nuevo negocio. El grupo que preside César Alierta, que ya ha recibido el visto bueno del Banco de España para comenzar a operar, empieza de cero en el sector, pero con una infraestructura y un contacto con el público al que va dirigido el servicio que supera a muchas de sus competidoras más veteranas.

La compañía española dispone de la red de unos 1.000 locutorios que dependen de ella para que les dé tráfico internacional. Son clientes que le compran minutos al por mayor para revenderlos a sus usuarios, en su mayoría inmigrantes. Al principio, ése era el único servicio, pero el campo se ha ido ampliando a la venta y recarga de tarjetas telefónicas.

Los locutorios también han ido aumentando sus servicios a clientes y uno de los principales es la posibilidad de enviar desde ellos remesas a los países de origen. Hasta ahora, el locutorio tenía que contratar con otro proveedor esta facilidad, pero Telefónica ha decidido que lo puede hacer ella. Con ese fin, la operadora ha creado una sociedad, Telefónica Remesas.

El flujo de remesas a Latinoamérica se mantendrá estable en 2010 pese a la crisis y alcanzará los 58.000 millones de dólares (44.000 millones de euros), según el Banco Mundial que sitúa a México a la cabeza de receptores con un total de 22.600 millones de dólares (17.160 millones de euros).

El organismo afirma que estos flujos tienen un fuerte impacto en las economías de algunos países, al representar alrededor del 19% del Producto Interior Bruto (PIB) hondureño, el 15,7% del PIB de El Salvador, o el 15,4% del de Haití.

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