Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Las privatizaciones de Dilma Rousseff irritan a los trabajadores públicos brasileños

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff ha sido fuertemente criticada por sus empleados públicos debido a la privatización de diferentes infraestructuras que está llevando a cabo, la última la de carreteras y vías férreas por 65.000 millones de dólares. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff ha sido fuertemente criticada por sus empleados públicos debido a la privatización de diferentes infraestructuras que está llevando a cabo, la última la de carreteras y vías férreas por 65.000 millones de dólares.

Durante el anuncio que hizo la semana pasada sobre este asunto, fueron muchos los que la abuchearon, aunque parece que sólo los empleados públicos están en desacuerdo con la forma de mandar de la presidenta Rousseff, pues el 75% de la población parece estar con ella y no con los empleados públicos, que están de huelga en demanda de un aumento salarial.

Los medios internacionales no dejan de tachar esta situación de “sorprendente”, pues la mandataria del Partido de los Trabajadores, cuyas raíces se remontan al movimiento sindical de la década de 1980, está dando un giro en su carrera al ofrecer concesiones a inversores privados a pesar del desacuerdo de los empleados públicos.

Durante la huelga por la subida de sueldo de los empleados públicos podía leerse en uno de los varios carteles. “Dilma, ¿por qué nos abandonaste?”. Representantes de los trabajadores en la huelga aún se muestran más contundentes, como Almiro Rodrigues, un policía federal, “el Gobierno dice que no hay dinero, pero sabemos que eso es mentira”.

Aunque este asunto no parece avanzar, pues en estas últimas semanas, la presidenta brasileña profundizado en su alianza con el mundo empresarial mientras se vuelve más dura con su base política, lo que no deja de ser una apuesta arriesgada que tiene como fin proteger las finanzas públicas y atraer nuevas inversiones.

Más información

Scroll al inicio