Los camioneros argentinos realizaron ayer una huelga gremial, encabezada por el líder sindical Hugo Moyano, que pretendía hacer tambalear al Ejecutivo de Cristina F. de Kirchner. El paro adquirió un destacado carácter político, pues en un mes se celebrarán las primarias para las elecciones legislativas que tendrán lugar en octubre. Los camineros argentinos realizaron ayer una huelga gremial, encabezada por el líder sindical Hugo Moyano, que pretendía hacer tambalear al Ejecutivo de Cristina F. de Kirchne. El paro adquirió un destacado carácter político, pues en un mes se celebrarán las primarias para las elecciones legislativas que tendrán lugar en octubre.
La huelga causó complicaciones en el tráfico de la capital del país y provocó la acumulación de montañas de basura en las calles por la interrupción de la recolección de residuos en diversas ciudades.
Moyano fue el ‘cabecilla’ de una movilización en la Plaza de Mayo de Buenos Aires. En su discurso, el líder sindical criticó el impuesto de Ganancias impulsado por su ‘mayor enemiga’, Cristina F. de Kirchner, y llamó a los ciudadanos a «votar por la solución política para que desaparezcan todas las injusticias» en las elecciones legislativas del 27 de octubre.
Así, Moyano convirtió el paro de camineros en una especie de lucha política. “Los trabajadores ya sabemos y tenemos una herramienta. Esta vez, más que nunca, en octubre vamos a saber usar esa herramienta que es nuestro voto. Sepamos bien a quien votamos el 27 de octubre, n o nos volvamos a equivocar” añadió el sindicalista.
En las elecciones legislativas de octubre, que irán precedidas de primarias el próximo 11 de agosto, se renovarán 24 escaños en el Senado y 127 en la Cámara de Diputados.
