Tras el anuncio del lunes de Harley-Davidson de desplazar parte de su producción de EE.UU. a Europa, más de 60 empresas y grupos de productores lácteos le piden que de marcha atrás en su guerra comercial ya que temen perdidas irreversibles de cuota de mercado en México.
La guerra comercial que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha iniciado en el mundo con la imposición unilateral de aranceles metalúrgicos, sigue estallándole en la cara. En esta ocasión, han sido más de 60 empresas y grupos de productores lácteos de EE.UU. los que le han pedido que dé marcha atrás a través de una carta.
Una iniciativa que se suma al anuncio del lunes de Harley-Davidson Inc. de su intención de reubicar parte de su producción fuera de EE.UU. precisamente para evitar parte de las represalias europeas a los aranceles de Trump sobre los metales importados.
Y es que los productores de su país no parecen compartir aquella afirmación de Trump de que «las guerras comerciales son fáciles de ganar». O al menos a no seguirle en su estrategia de asumir los costes en espera de que su estrategia de confrontación empiece a dar resultados.
Menos aún cuando para los productores lácteos de EE.UU. dichos costes están siendo ya inasumibles si se tiene en cuenta que se trata de una industria que tiene en México a su principal importador ya que el mercado azteca asume hasta un 25% del total de las exportaciones de su vecino del Norte en dicho sector.
Además los daños podrían ser irreversibles ya que, según alertan los productores estadounidenses en la carta a Trump que han hecho pública, no sólo su cuota está en grave peligro, sino que apuntan que sus competidores de la Unión Europea (UE) están aprovechando la oportunidad para ganar cuota de mercado.
Todo apunta, sin embargo, a que su protesta caerá en saco roto. No en vano, después del anuncio de Harley-Davidson Inc., Trump optó por amenazar a la compañía: «¡Harley debe saber que no podrán volver a vender en EE.UU. sin pagar un gran impuesto!», declaró en su cuenta de Twitter.
