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Las empresas españolas dudan de la voluntad de Cuba de pagar sus deudas

A tenor de los discursos oficiales y las noticias publicadas hoy en muchos medios de comunicación, las pequeñas empresas españolas que operan en Cuba debían respirar un poco más tranquilas tras la reciente visita efectuada a la Isla por el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos. Sin embargo, no es es así. A tenor de los discursos oficiales y las noticias publicadas hoy en muchos medios de comunicación, las pequeñas empresas españolas que operan en Cuba debían respirar un poco más tranquilas tras la reciente visita efectuada a la Isla por el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos. Sin embargo, no es es así.

Según lo publicado, el canciller habría conseguido un compromiso firme del presidente cubano Raúl Castro de agilizar los pagos pendientes que tiene la Isla con unas 240 corporaciones españolas a quienes sus contrapartes cubanas habrían dejado de abonar sus suministros desde principios de año.

La deuda total comprometida en el acuerdo sumaría unos 300 millones de dólares, según fuentes jurídicas españolas que operan con empresas que trabajan en la Isla.

Pero, al menos, según las versiones recogidas por Americaeconomica.com de un grupo de financieros y empresarios con intereses en la Isla, la mayoría pone en duda la efectividad real de este anuncio.

Algunos empresarios señalan que el compromiso tiene truco. La cuestión está en la letra pequeña de este pacto donde se establece, más o menos, que la resolución del conflicto se producirá caso por caso, en negociaciones individuales, con diferentes grados de priorización. Y eso, aseguran ya se estaba haciendo desde el pasado mes de julio.

Los problemas financieros de Cuba y sus frecuentes retrasos en el pago no son nada nuevo ni desconocido para los emprendedores españoles que comercian con empresas de aquel país, todas ellas dependientes de los holdings corporativos de ministerios u otras instancias oficiales, como las Fuerzas Armadas.

De hecho, una de las prácticas habituales, y perfectamente asumidas por las partes, era liquidar las deudas pendientes en una relación comercial a través de apuntes contables que se efectuaba en las cuentas que el suministrador tuviera en algún banco autorizado de la Isla. El efectivo llegaba, después. A veces, con una demora superior a los seis meses.

Lo malo es que la crisis global ha complicado sustancialmente la posición financiera de la Isla y en diciembre de 2008, estos apuntes dejaron de realizarse y, en paralelo, se congelaron la mayor parte de las cuentas para impedir que sus propietarios pudieran mover el dinero que, teóricamente, tenían depositados en ellas.

La situación volvió a regularizarse el pasado mes de julio, pero con muchas y variadas condiciones. Entre otras, la aceptación por parte de los acreedores de nuevos plazos de pago tras la imposición de estos apuntes contables. La dilatación propuesta ha variado en cada caso y se ha situado en una banda comprendendida entre los 365 y los 765 días.

Aún así, los empresarios españoles valoran la actitud de Moratinos.

El ministro, a través del Comité Hispano cubano de la Cámara de Comercio había recopilado información sobre los pagos pendientes en varios bufetes de abogados para presentarse ante Raúl con un conocimiento exhaustivo del problema.

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