El Gobierno argentino ha vuelto a insistir con multas e incluso cierres de negocios si se incumplen los acuerdos pactados para detener la inflación. Además, el Ejecutivo ha pedido a los ciudadanos que denuncien cualquier “trampa” por parte de los empresarios y comerciantes. El Gobierno argentino ha vuelto a insistir con multas e incluso cierres de negocios si se incumplen los acuerdos pactados para detener la inflación. Además, el Ejecutivo ha pedido a los ciudadanos que denuncien cualquier “trampa” por parte de los empresarios y comerciantes.
El jefe del Gabinete, Jorge Capitanich, ha señalado que estas medidas (multas, clausuras, importaciones o retiro de beneficio de políticas públicas”) se toman para garantizar la estabilidad de los precios.
Según él, “la conducta especulativa de muchos comerciantes y empresarios en Argentina es una vergüenza”. De hecho, ha asegurado que la Secretaria de Comercio ya ha levantado 31 actas por infracciones a establecimientos del sector tecnológico.
Por otro lado, además de las sanciones, el equipo económico del Ejecutivo se reúne a diario con empresarios y comerciantes para extender el acuerdo de precios a otros sectores y evitar una aceleración de la inflación tras la rápida devaluación del peso.
Por otro lado, el ministro de Economía, Axel Kicillof, se reunió con empresarios de la construcción para pedirles que aumentaran los precios. Las reacciones ante todo esto no se han hecho esperar, el Foro de Convergencia Empresaria (aglutina a unas 30 organizaciones empresariales) han pedido un acuerdo para conseguir una “visión de futuro alentadora”.
