La prensa conservadora venezolana vuelve a atacar al presidente Hugo Chávez. En esta ocasión, le han acusado de ser, de nuevo, el culpable de haber disparado la deuda pública durante la campaña para su reelección. La prensa conservadora venezolana vuelve a atacar al presidente Hugo Chávez. En esta ocasión, le han acusado de ser, de nuevo, el culpable de haber disparado la deuda pública durante la campaña para su reelección.
En concreto, la deuda externa del país se habría situado, según El Universal, en 102.000 millones de dólares, lo que supone que el gasto se ha disparado hasta la cota más alta de la historia de la economía venezolana. La prensa antichavista ha señalado, además, que las consecuencias de estos excesos, “comienzan a hacerse visibles”.
A lo largo de los últimos doce meses, tras descontar la inflación, el gasto del Gobierno, vital para la construcción de viviendas y el consumo, se ha registrado un avance del 26%, que no puede compensarse sólo con alzas en el precio del petróleo o mayor recaudación de impuestos.
Las facturas pendientes con la banca, según los medios conservadores, son un gran problema, pues crecen “velozmente” tras la constante emisión de bonos y el resultado es que representarán al cierre de este año 51,6% del PIB, el doble de lo que se había registrado en 2008. Así lo ha asegurado Barclays Capital.
La entidad ha señalado también que para 2013 habrá necesidad de hacer recortes, que deberán suponer una disminución de 3,7 puntos del PIB y que deberían pasar por la obtención de más bolívares por petrodólares para cubrir parte de los gastos adquiridos por el sector público.
La consecuencia de esto es que se produzca una devaluación de la moneda. La Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) considera que el dólar aumentará de los 4,3 bolívares actuales hasta 6,5 y el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) lo colocará en 7,80 bolívares.
Los antichavistas han incidido en que el gasto público y el impacto del encarecimiento de los productos importados en una economía que se ha hecho muy dependiente de las compras en el exterior golpearán el consumo “y por ende al crecimiento”.
