Hoy se ha superado el periodo de cuatro años en el que debería producirse cualquier convocatoria, según marca su Constitución Pese a que la Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por la oposición, reprobó ayer al presidente del país, Nicolás Maduro, por «abandono del cargo», cada vez son menos las opciones que tiene de impedir que el mandatario del país sudamericano termine su mandato de seis años.
Por no decir que en la práctica ha agotado las posibilidades que manejaba para lograr un adelanto electoral que desplace al chavismo del poder. Así, por un lado, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ya había señalado que la medida aprobada ayer desbordaba los límites constitucionales con lo que no prosperará. Una decisión en la que se reafirmó ayer.
Mientras que, por otra parte, según la Constitución venezolana, el referéndum revocatorio como opción para sacar al chavismo del poder ya no es posible desde hoy al haberse superado el periodo de cuatro años en el que debe producirse cualquier convocatoria a elecciones presidenciales adelantadas.
Esto significa que al no ser ya posible unas nuevas elecciones presidenciales hasta cumplirse los seis años de mandato, incluso si el referéndum revocatorio se llegara a realizar y Maduro perdiese, el recién nombrado vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, asumiría el poder y gobernaría hasta el 2019, como explica el diario La Nación.
Solo entonces la oposición podría medirse en elecciones con el chavismo. Pero incluso es discutible que esta posibilidad se concrete dado que las autoridades electorales y judiciales mantienen bloqueado el revocatorio.
La Justicia bloqueó así en octubre pasado la recolección de firmas necesarias para la convocatoria del referéndum revocatorio y, por ello, el Consejo Nacional Electoral paralizó todo el proceso.
Con ello, la oposición venezolana agota sus vías ya que las distintas opciones que ha barajado como el referéndum revocatorio, la enmienda constitucional o la convocatoriade una Asamblea Nacional Constituyente, han encontrado un obstáculo insalvable en el visto bueno del Consejo Nacional Electoral (CNE), y el veto de la Justicia.
A juicio de algunas voces de esa oposición porque estas se encuentra instrumentalizadas al servicios del chavismo; pero lo cierto es que dichas vías han contado incluso con el rechazo de algunas organizaciones opositoras, como Provea.
Así, esta ONG venezolana de Derechos Humanos ha señalado en un comunicado que considera que se está recurriendo a «una interpretación forzada de la Constitución que agravará el debilitamiento de la institucionalidad democrática».
Mientras tanto continúa la polarización de una sociedad ya profundamentamente enconada con medidas como la creación de un Comando Antigolpe encabezado por el propio El Aissami para “derrotar” al “golpe de Estado oligárquico”, según las declaraciones del presidente Maduro.
