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La ofensiva de Chávez para controlar Twitter se cobró sus primeras víctimas en julio

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela detuvo a tres personas por sus mensajes en Twitter, meses antes de la puesta en marcha de la Reforma de la Ley Resorte. La pretensión de controlar la red social, utilizada por la oposición política para criticar la gestión de Hugo Chávez, viene de lejos. La nueva ley habilita a la fiscalía para perseguir a los usuarios antichavistas de este servicio de mensajería que ya fueron acusados, a principios de 2010, de “amenaza terrorista”. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela detuvo a tres personas por sus mensajes en Twitter, meses antes de la puesta en marcha de la Reforma de la Ley Resorte. La pretensión de controlar la red social, utilizada por la oposición política para criticar la gestión de Hugo Chávez, viene de lejos. La nueva ley habilita a la fiscalía para perseguir a los usuarios antichavistas de este servicio de mensajería que ya fueron acusados, a principios de 2010, de “amenaza terrorista”.

La policía venezolana detuvo el pasado mes de julio a dos personas en el estado de Bolívar acusadas de emitir mensajes por Twitter que generaban “falsos rumores” y pretendían “desestabilizar el sistema bancario”. En septiembre, 3 meses antes de aprobarse la Reforma de la Ley Resorte, que habilita a la justicia para detener y sancionar a lo usuarios de Internet que generen mensajes que inciten al atentado contra la vida del presidente Hugo Chávez, un ingeniero de Corpoelec, empresa nacional petrolera, era detenido por publicar en su perfil de Twtter mensajes que animaban al magnicidio.

Estos hechos, que parecerían aislados, toman mayor relevancia ahora, una vez aprobada la citada Ley. La preocupación del Gobierno venezolano por la red social viene, sin embargo de lejos. “Venezuela declarada zona de desastre para la libertad de expresión y el periodismo” fue el mensaje que dio inicio a la protesta virtual que en febrero inundó Twitter y que en poco más de una hora alcanzó el tercer lugar del Trending Topics (los temas que marcan pauta en el mundo). Se trataba de una manifestación liderada por el Colegio Nacional de Periodistas (CNP), en respuesta al cierre de medios de comunicación independientes en el país y a la persecución del periodismo crítico.

Aquella manifestación, que generó más de 29.192 mensajes, supuso el 2,23% del total de mensajes de todo el mundo, según las estadísticas de la propia red. Ante tal protesta, que generó reacciones en todo el mundo, el Gobierno comenzó a comprender la importancia de la Internet, y de Twitter más concretamente, en el nuevo sistema de comunicación mundial. La respuesta fue de dos tipos.

Mientras que el presidente bolivariano instaba a la Asamblea Nacional y a las autoridades judiciales a hacer algo contra “el terrorismo que se genera en Internet”, anunciaba a bombo y platillo la creación de su propio perfil y alentaba a sus seguidores a hacer lo propio. Meses después, sin embargo, la vía legislativa ha triunfado sobre la participativa en su ataque contra la preponderancia de la oposición en Twitter.

A día de hoy, pese a los esfuerzos del mandatario, Twitter sigue dominado por los miembros de la oposición y críticos con sus políticas. Con algo más de 7 millones de usuarios de Internet en un país de 22 millones, los votantes de Chávez, en su mayoría entre la capa más desfavorecida de la población, apenas tienen acceso a la Red. Twitter, como espacio para ejercer una libertad que muchos opositores no encuentran en los medios privados y públicos nacionales, continúa siendo el marco de debates y diatribas contra su persona que el presidente bolivariano no puede controlar.

La legislación es, por tanto, la única vía posible, por el momento, para intentar moderar dichas críticas. La aprobación de la Reforma de la Ley Resorte da potestad a la fiscalía para sancionar y detener a aquellas personas que “provoquen zozobra” o “alteren el orden público” a través de sus mensajes en Internet, lo que incluye, sin duda alguna, Twitter. Como espacio que genera “terrorismo”, según la visión de las autoridades venezolanas, la red social es, sin embargo, difícil de controlar.

Pese a los intentos de este periódico por lograr declaraciones que contrarresten las declaraciones concedidas por la oposición, no hemos podido lograr una entrevista. Muchos opositores al Gobierno consideran que, por el momento, Chávez no se atreverá a censurar Twitter de una manera clara, cerrándolo al uso de los venezolanos en el interior. Sin embargo, otros muchos creen que la llegada a Venezuela de Ramiro Valdés puede acelerar este proceso.

Conocido por ser uno de los hombres de confianza de los hermanos Castro, Valdés cuenta en su currículo con el dudoso mérito de ser el ideólogo del control informativo y el bloqueo de Internet en Cuba. Quizá por eso se le atribuye también la idea del punto único de acceso controlable, algo que ya se utiliza en la mayor de las Antillas y que algunos consideran uno de los aportes de sus a la estrategia del presidente Chávez para acallar Twitter.

La inclusión de ese punto único de acceso a Internet en la Ley Resorte hubiese supuesto la confirmación de lo que parece obvio. Sin embargo, aunque por el momento no parece que Chávez se atreva a tanto, si la Ley Resorte no da los resultados esperados, el Gobierno tal vez tenga que acudir a herramientas más contundentes como la ideada por Valdés.

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