El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, ha pedido al Gobierno de México que elimine el subsidio a las gasolinas en lugar de aumentar su precio con impuestos. Simplemente con prescindir de la ayuda económica que el país ofrece para el carburante se conseguiría ahorrar hasta 570 mil millones de dólares (440 mil millones de euros). El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, ha pedido al Gobierno de México que elimine el subsidio a las gasolinas en lugar de aumentar su precio con impuestos. Simplemente con prescindir de la ayuda económica que el país ofrece para el carburante se conseguiría ahorrar hasta 570 mil millones de dólares (440 mil millones de euros).
El secretario, que participó en el seminario Perspectivas Económicas 2011 ‘Reto del crecimiento económico’, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), señaló que si la región lleva a cabo la medida de eliminar el subsidio de los carburantes, el país avanzaría en la reforma fiscal para no quedarse fuera de la recuperación económica tras la crisis internacional.
Además, José Ángel Gurría destacó que proporcionar este tipo de ayudas, lo único que provoca es incitar al consumo de contaminantes, se promueve el deterioro ambiental del país en lugar de combatirlo. Explicó que en México debe desaparecer el subsidio a las gasolinas, ya que beneficiarse de un precio más bajo de la gasolina que, por ejemplo, en Estados Unidos, provoca un desequilibrio económico tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
En México sólo disponen de la subvención al coste de los hidrocarburos los habitantes con mayores ingresos, por lo que únicamente ven afectado su bolsillo las personas con menores recursos económicos. El secretario de la OCDE hizo especial hincapié en que la ayuda conspira en contra de los pobres, ya que las millonarias cantidades que el Gobierno utiliza para subsidiar la gasolina se dejan de emplear en el combate a la pobreza y en ayudas para los más desfavorecidos.
Según cifras proporcionadas por el Gobierno, el 30% de los habitantes que más gana concentra el 53,2 % del subsidio. Mientras, los tres sectores de la población con menos bienes obtienen el 10,9 % de los recursos destinados a este apoyo.
