El Partido Judicialista, en el Gobierno con la presidente Cristina Fernández al frente, ha perdido en Néstor Kirchner a la figura que lo aglutinaba. Con su fallecimiento en el día de ayer, se abre un panorama incierto que debe llevar a los candidatos a dirigirlo a mover pieza. Por el momento, los mandatarios de los países de América Latina han acudido a despedir al ex presidente argentino. Sin embargo, el próximo año, hasta las elecciones del 11 de octubre de 2011, será de incertidumbre en el partido oficialista. El Partido Judicialista, en el Gobierno con la presidente Cristina Fernández al frente, ha perdido en Néstor Kirchner a la figura que lo aglutinaba. Con su fallecimiento en el día de ayer, se abre un panorama incierto que debe llevar a los candidatos a dirigirlo a mover pieza. Por el momento, los mandatarios de los países de América Latina han acudido a despedir al ex presidente argentino. Sin embargo, el próximo año, hasta las elecciones del 11 de octubre de 2011, será de incertidumbre en el partido oficialista.
Nestor Kirchner, presidente de Argentina desde 2003 hasta 2007, falleció ayer en la localidad de El Calafate a los 60 años de edad. Tras de sí dejaba un legado de estabilización de un país que, hasta su llegada, había sufrido varias crisis económicas consecutivas y una fuerte inestabilidad política. Kirchner logró, operando como si de una pequeña empresa se tratara, aglutinar los esfuerzos del peronismo en torno a su presidencia, algo que pocos imaginaban cuando apenas era conocido.
Sin embargo, su marcha del Gobierno, que no del ejercicio del poder, al finalizar la legislatura, dejó a su mujer y actual presidenta argentina, Cristina Fernández, al frente del poder. Su elección como candidata del Partido Judicialista, impuesta por su marido, provocó las primeras disensiones dentro de la entidad, unas diferencias que hoy, a su muerte, deben terminar de dirimirse.
La creación del Partido Judicialista Federal, un sector disidente del conocido como Partido Judicialista kirchnerista, fue debida a esas diferencias con los modos de operar del propio Néstor Kirchner. El ex presidente manejaba no solo el partido o los sindicatos afines, sino que dirigía, incluyendo este periodo en el que Cristina Fernández ha sido presidenta, el Banco Central y ejercía de Ministro de Economía en la sombra.
Hasta su muerte, se mantenía la duda de su próxima candidatura a la presidencia en las elecciones del 11 de Octubre. Con su fallecimiento, Fernández pierde el soporte que aglutinaba la sección más poderosa del partido y se ve en la tesitura de elegir como será su política hasta que finalice la legislatura. Su estrategia de confrontación con medios de comunicación como La Nación o Clarín, su tendencia al fortalecimiento del Estado o la batalla dialéctica sostenida con el sector federal del PJ, deben ser replanteadas si pretende volver a presentarse a las próximas elecciones.
Al acecho de su cargo al frente del Gobierno hay varias figuras importantes del peronismo a la espera. Según los analistas, Daniel Scioli, actual presidente del Partido Judicialista, es el mejor situado si Fernández decide no presentarse a la reelección. En la sección disidente, figuran varios históricos del peronismo como Duhalde o Francisco de Narváez, mientras que el líder del sindicato mayoritario, Moyano, ha mostrado su predisposición a presentarse a las elecciones. En la oposición, por el momento, el centro derechista Mauricio Macri, es la figura visible.