La economía de Brasil se va recuperando poco a poco. En el pasado mes de julio, la inflación ha desacelerado para alcanzar un 0,03% y así acumular un alza del 6,27% en los últimos doce meses. Una cifra que se encuentra dentro de las expectativas del Gobierno de Dilma para este año. La economía de Brasil se va recuperando poco a poco. En el pasado mes de julio, la inflación ha desacelerado para alcanzar un 0,03% y así acumular un alza del 6,27% en los últimos doce meses. Una cifra que se encuentra dentro de las expectativas del Gobierno de Dilma para este año.
Con este 0,03%, la inflación acumulada en Brasil durante los siete primeros meses del año se situó en el 3,18%, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), tal y como informó la agencia Efe.
Esta desaceleración de la inflación ha provocado que el precio de los alimentos y bebidas prosiguieran bajando este mes con un descenso del 0,33%. Al igual que los transportes, que también descendió su coste en un 0,66%.
El Gobierno de Dilma se ha fijado como objetivo para este ejercicio una inflación del 4,5%, con una tolerancia de dos puntos porcentuales de variación en ambos sentidos. Analistas privados calculan que la economía registrará este año una expansión de entre el 1,9% y el 2,5%, mientras que el Ejecutivo eleva esa cifra hasta el 3%.