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La industria alimentaria acusa a Maduro de haber hundido el sector por su ‘pasotismo’

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela

En diez meses la deuda por importaciones no liquidadas pasó de 805 millones de dólares a 1.600 millones de dólares, de acuerdo a los datos de Cavidea. En los últimos cuatro meses la “producción ponderada” descendió 10%. En diez meses la deuda por importaciones no liquidadas pasó de 805 millones de dólares a 1.600 millones de dólares, de acuerdo a los datos de Cavidea. En los últimos cuatro meses la “producción ponderada” descendió 10%. “El índice de Cavidea muestra un deterioro evidente de los niveles de producción de la industria nunca antes visto”, aseguró Manuel Felipe Larrazábal. La producción de nueve categorías de productos está “suspendida” por falta de materia prima y hay otras en “riesgo inminente” de paralización.

El Gobierno no escuchó las advertencias de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea). En 2015 esa organización hizo varios llamados al Ejecutivo nacional para evitar que se agravara la situación de la agroindustria, pero las respuestas nunca llegaron. Hoy Cavidea define el panorama como de “extrema criticidad”.

La radiografía del sector, ofrecida ayer por el presidente de Cavidea, Manuel Felipe Larrazábal, confirma que en los últimos meses se aceleró el deterioro de una de las principales áreas de la economía.

En marzo del año pasado la deuda de las compañías agrupadas en Cavidea con sus proveedores en el exterior era de 805 millones de dólares. Hoy la deuda por importaciones no liquidadas asciende a 1.600 millones de dólares, lo que dificulta los despachos a Venezuela de materia prima e insumos.

Ese impago, aunado a la “falta absoluta de asignación de divisas a la industria de alimentos para ser utilizada en las importaciones del Estado”, ha mermado los inventarios de materia prima e insumos en las plantas.

Los datos de Cavidea revelan que la producción en categorías como atún, gelatinas, salsa de tomate, bebidas en polvo, flan en polvo, avena, carne para almuerzo, mortadela y quesos untables está “suspendida”, mientras que en productos como refrescos, aceite, galletas, jugos, salchichas, azúcar, arroz y mayonesa la producción está en “riesgo inminente de ser suspendida”.

A eso se suma la “inexistencia de material de empaques de larga duración”, conocido como Tetra-Pak, lo que impide la fabricación de productos de larga duración “en este momento”. “Tenemos precariedades en todo el sector productor de envases, específicamente de aluminio, de hojalata, de empaques plásticos e, incluso, envases de vidrio”, detalló Larrazábal.

La consecuencia de esas limitaciones ha sido un declive sostenido en los niveles de producción de la industria. Entre enero y diciembre de 2015 la producción descendió 3,94% con respecto al mismo período de 2014, de acuerdo al índice ponderado que realiza la organización empresarial. Larrazábal agregó que la “producción ponderada” descendió 10% en los últimos cuatro meses. “El índice de Cavidea muestra un deterioro evidente de los niveles de producción de la industria nunca antes visto”, aseveró el directivo.

En materia laboral el sector tampoco tuvo avances. Las cifras de Cavidea indican que el 42% de las empresas posee “niveles superiores” al 30% de absentismo, lo que influye en la productividad de las empresas. “En más del 80% de las calificaciones de falta que introducen las empresas ante el ministerio del Trabajo, la autoridad no procede a la apertura del procedimiento”, lamentó Larrazábal.

Sin embargo, el presidente de Cavidea reiteró que si se toman medidas relacionadas con la deuda comercial con los proveedores, las nuevas asignaciones de divisas, el control de precios y la productividad laboral, el problema del desabastecimiento puede resolverse en pocos meses. “El problema no es a dónde se desvían los alimentos (bachaqueo), es un problema de producción, lo que no está siendo capaz la industria es de producir alimentos de forma suficiente”.

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