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La Iglesia chilena le da un toque de atención a Piñera

Chile cierra hoy el tercero de los días de festejos patrios anuales con unas declaraciones cargadas de simbolismo. El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, ha salido a la palestra pública para, en nombre de la Iglesia chilena, pedir «una reflexión sincera y profunda» sobre la crisis social y política que azota el país desde hace meses y sobre las aspiraciones igualitarias del movimiento estudiantil. Una petición que supone una llamada de atención al presidente conservador, Sebastián Piñera, cuya popularidad entre la ciudadanía está muy dañada. Chile cierra hoy el tercero de los días de festejos patrios anuales con unas declaraciones cargadas de simbolismo. El arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, ha salido a la palestra pública para, en nombre de la Iglesia chilena, pedir «una reflexión sincera y profunda» sobre la crisis social y política que azota el país desde hace meses y sobre las aspiraciones igualitarias del movimiento estudiantil. Una petición que supone una llamada de atención al presidente conservador, Sebastián Piñera, cuya popularidad entre la ciudadanía está muy dañada.

Ezzati ha ido directo al grano en su alocución en el religioso Te Deum Ecuménico. «Las movilizaciones sociales de los últimos meses… invitan a una reflexión sincera y profunda, ¿no encierran sueños ni anhelos de una humanidad más plena, más justa y solidaria?», ha afirmado el arzobispo, en una clara referencia a que Piñera escuche a los estudiantes y atienda, al menos en parte, sus peticiones.

Al respecto, Ezzati señaló que los actores sociales, incluido el Gobierno, deberían llegar a un acuerdo que «logre dar vida a una legislación educativa que sepa integrar armónicamente derecho y libertad de educación, responsabilidad pública y privada». Además, el religioso ha denunciado que «Chile es uno de los países con mayor desigualdad en el mundo» y que «el poder no puede ser la meta de las aspiraciones de quienes se dedican al servicio público».

El sistema educativo chileno ha sido heredado por la democracia de la dictadura de Augusto Pinochet y mantiene unas elevadas tasas que impiden a los estudiantes con menos recursos acceder a la educación superior. Si lo hacen, deben soportar varios años de alto endeudamiento para poder pagar sus estudios. Además, los estudiantes reclaman que el Estado se ocupe del sector, y no los municipios, y que la educación, una de las más caras del mundo según la OCDE, sea gratuita y accesible universalmente para todos los ciudadanos. Por ello, llevan movilizados desde hace más de tres meses.

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