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La Iglesia católica brasileña apoya las movilizaciones

Varios obispos brasileños se han mostrado en consonancia con las protestas que en las últimas semanas han inundado las calles de muchas ciudades del país iberoamericano, que precisamente recibirá dentro de unos meses al Papa Francisco. Varios obispos brasileños se han mostrado en consonancia con las protestas que en las últimas semanas han inundado las calles de muchas ciudades del país iberoamericano, que precisamente recibirá dentro de unos meses al Papa Francisco. Destacan los “valores evangélicos” de estas manifestaciones.

“Es necesario identificar los valores evangélicos que subyacen a las manifestaciones y hacerlos explícitos en su aspecto propulsor para un mundo mejor”, ha asegurado el obispo auxiliar de Belo Horizonte, Joaquim Mol, presidente de la Comisión episcopal para la educación y la cultura, según recoge el portal especializado Vatican Insider.

Por su parte, João Carlos Petrini, obispo de Camaçari y presidente de la Comisión Vida y Familia, ha declarado que las concentraciones “abren la vía a nuevos evangelizadores”. En su opinión, estas movilizaciones ponen de manifiesto las esperanzas de cambio de los brasileños, un cambio que, según Petrini, encuentra su respuesta en Jesús.

También ha querido pronunciarse sobre estas reivindicaciones de los brasileños el Arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta, quien ha subrayado la legitimidad de las protestas. “Son expresiones que hacen parte de un país democrático», ha asegurado en declaraciones a la Radio Vaticana de las que se ha hecho eco el medio citado.

En dicha ciudad brasileña se celebrarán la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en la que jóvenes católicos de todo el mundo se darán cita en dicha localidad y compartirán un encuentro con el Papa Francisco. Por ello, el Arzobispo de Río de Janeiro ha querido poner en consonancia las ansias de cambio y el evento que acogerá la ciudad: «Una juventud que tiene valores, valores cristianos, que también quiere cambiar el mundo con un corazón de justicia y de paz y que puede dar una forma distinta a estas reivindicaciones aquí en Brasil, en su naturaleza, siguiendo el deseo de buscar tiempos mejores».

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