La Fiscalía de Sao Paulo ha pedido a Dilma Rousseff y las autoridades policiales que abran un diálogo con los manifestantes que protestan por la subida del precio de los transportes públicos. Estas movilizaciones, que se extienden ya por tercer día, han desencadenado disturbios, vandalismo y varias detenciones en la citada ciudad. La Fiscalía de Sao Paulo ha pedido a Dilma Rousseff y las autoridades policiales que abran un diálogo con los manifestantes que protestan por la subida del precio de los transportes públicos. Estas movilizaciones, que se extienden ya por tercer día, han desencadenado disturbios, vandalismo y varias detenciones en la citada ciudad.
Ante esta situación, el fiscal Mauricio Lopes ha hecho algunas propuestas al Gobierno para entablar un diálogo que permita acabar con la violencia desatada en las calles de la localidad por el alza de los precios del transporte público. Entre otros consejos, Lopes destaca la congelación de los aumentos de estos precios, una solución que apoyarían varios sindicatos.
Por su parte, el ministro de Justicia brasileño, José Eduardo Cardozo, informó que la policía va a investigar lo sucedido durante estas protestas en Sao Paulo, que, de momento, se han saldado con cerca de una decena de agentes heridos. Asimismo, afirmó que se analizará también si ha habiado excesos por parte de las fuerzas del orden. Cardozo defendió la “total libertad de expresión” en Brasil, algo que, en su opinión, no se debe confundir con “vandalismo”.
Estas movilizaciones han causado mucho revuelo entre los brasileños, que no suelen salir a la calle para protestar contra las autoridades. Pero el incremento del precio del transporte público ha acabado por indignar a los ciudadanos, que comenzaron las protestas el pasado fin de semana.
En el país iberoamericano, estos son demasiado altos en relación al sueldo de los trabajadores brasileños. Así, en Sao Paulo, cuatro viajes en transporte público cuestan más del 50% del salario base mensual, que es de 740, según informa El País.
