Los inversores del parqué madrileño concedían en la apertura de sesión de este martes un voto de confianza a Acciona, que lograba moverse unas décimas al alza mientras que el resto de compañeras de sector se contagiaban de las ventas generalizadas de la jornada. El motivo: la entrada de la constructora en el negocio de las renovables de Brasil con planta propia. Los inversores del parqué madrileño concedían en la apertura de sesión de este martes un voto de confianza a Acciona, que lograba moverse unas décimas al alza mientras que el resto de compañeras de sector se contagiaban de las ventas generalizadas de la jornada. El motivo: la entrada de la constructora en el negocio de las renovables de Brasil con planta propia.
Los planes de Acciona pasan por construir su propia fábrica de aerogeneradores en el Estado costero de Bahía con el objetivo de aprovechar la creciente demanda local de energías renovables con la fabricación de unos 150 aerogeneradores al año. Una apuesta que llega mientras que en otros países como EEUU y la propia España la suspensión de las primas a las ‘verdes’ pone en entredicho las perspectivas de crecimiento del sector.
Por el momento, la firma española cuenta con un contrato de abastecimiento de turbinas por 120 megavatios con la compañía local CPFL Renováveis, uno de los mayores promotores de renovables de Latinoamérica. Así, Brasil se convierte en el cuarto país donde ya están presentes sus tres negocios fundamentales: construcción, gestión de aguas y, ahora, energía.
En caso de que la construcción de su propia planta de producción llegue a buen puerto, la cotizada seguirá los pasos que en su día ya dieron Vestas, General Electric y la también española Gamesa. Además del ahorro de costes que supondría la fabricación in situ, los expertos destacan que se abrirían las puertas para Acciona a los créditos blandos para parques de energías limpias que concede el banco público BNDES.
En los primeros compases de la negociación en el parqué madrileño, Acciona se aferraba a alzas del 0,2% cuando el agregado Ibex 35 se apuntaba un retroceso de la misma magnitud. Mientras tanto, algunas de sus competidoras, como Ferrovial, cedían casi medio punto porcentual.
