El próximo miércoles 29 de junio se celebra en Asunción, Paraguay, la 41 cumbre de Jefes de Estado del Mercosur. La cita, que debía servir para conmemorar el 20 aniversario del mecanismo de integración, tiene visos de convertirse en una escenificación de las condiciones en las que se encuentran las relaciones entre sus dos socios principales, Argentina y Brasil. Tras las duras acusaciones bilaterales por las trabas a las importaciones aplicadas por ambos países, facilitará el encuentro entre sus dos presidentas, Cristina Fernández y Dilma Rousseff. El próximo miércoles 29 de junio se celebra en Asunción, Paraguay, la 41 cumbre de Jefes de Estado del Mercosur. La cita, que debía servir para conmemorar el 20 aniversario del mecanismo de integración, tiene visos de convertirse en una escenificación de las condiciones en las que se encuentran las relaciones entre sus dos socios principales, Argentina y Brasil. Tras las duras acusaciones bilaterales por las trabas a las importaciones aplicadas por ambos países, facilitará el encuentro entre sus dos presidentas, Cristina Fernández y Dilma Rousseff.
La mandataria argentina viajará mañana martes hacia Paraguay, después de haber confirmado, a mediados de la pasada semana, que optará a la reelección presidencial. Lo hace también tras confirmar que Amadou Boudou, su ministro de Economía en los últimos años, acudirá junto a ella para, en la posible reedición de su Gobierno, ejercer de vicepresidente. Como paso previo a la Cumbre, el canciller argentino Héctor Timerman acudirá mañana a Brasilia en un misterioso viaje para encontrarse con su homólogo Antonio Patriota, a quien podría ver en Asunción al día siguiente.
Por su parte, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acude a la cita con una situación de calma en la política interna y con la pretensión, como ya afirmó tras ser elegida para la presidencia, de profundizar en la integración regional. En este caso, la situación creada tras las críticas mutuas contra las trabas comerciales (que golpean directamente la razón de ser de Mercosur), el encuentro, que aun no se ha confirmado oficialmente, debe servir para rebajar tensiones.
De hecho, a pesar de las promesas de los ministros de industria de ambos países de levantar las restricciones para la entrada de productos, la crisis comercial que estalló por la imposición de medidas proteccionistas todavía no ha sido resuelta. En este sentido, durante la cumbre se realizará por primera vez una reunión especial entre los ministros de industrias de cada país y se cree que uno de los temas a tratar sería el de las restricciones.
Argentina es el tercer socio comercial de Brasil, detrás de China y Estados Unidos, y el volumen bilateral de intercambio alcanzó los US$ 33.000 millones en 2010, con un superávit para Brasil de poco más de US$ 4.000 millones.