El Índice de Actividad Económica en 2016 descendió un 4,55%, muy por encima de las previsiones del mercado, y del 4,1% de 2015. El Banco Central de Brasil ha publicado sus datos del Índice de Actividad Económica, y ajustados por estacionalidad, la caída en 2016 ha sido de un 4,55% lo que confirma un segundo año consecutivo de severa recesión en el país carioca.
Algo que ya se esperaba, pero no tanto que fuese superior a la registrada en el año anterior cuando la caída de este índice fue de un 4,1% y tampoco está en sintonía con las expectavias del mercado.
Y es que este índice que mide la actividad en la agricultura, la industria y los servicios es considerado un indicador adelantado del Producto Interior Bruto (IPB) que el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgará el 7 de marzo.
Supone, por tanto, un jarro de agua fría para aquellos analistas que vieron en la subida de un 0,1% de este indicador un signo de esperanza. Tanto por el resultado global como porque este índice bajó de nuevo un 0,26% en diciembre.
Así, pese a que el presidente Temer y su ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, consideran que el PIB crecerá en 2017 al 1%; ya han señalado que dicha proyección queda sujeta a «revisiones» periódicas que tomen en cuenta los cambios coyunturales, según recoge la web Ambito.com.
De esta forma, organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), han señalado ya que Brasil será una de las economías menos dinámicas de América Latina en 2017 cuando prevé que crecerá tan solo al 0,2%.
Mientras que la Organización Internacional del Trabajo pronosticó hace un mes que el paro seguirá creciendo en Brasil en 2017, cuando llegará al 12,4% y a 13,6 millones de brasileños; pese a que en la actualidad la cifra es de algo más de 12 millones.
