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La crisis alimentaria pone en jaque a Evo Morales y a los empresarios bolivianos

El Gobierno de Bolivia y los empresarios del país se han unido para tratar la crisis alimentaria que azota el país andino. La creciente falta de algunos alimentos y el aumento de precios de otros han provocado el malestar general de la población boliviana. Por ello, el presidente Evo Morales junto al empresariado han iniciado un acercamiento con el que se intentará encontrar una salida a la delicada situación. Los factores climáticos adversos, la inseguridad jurídica y las restricciones a la exportación de ciertos productos han empeorado esta crisis. El Gobierno de Bolivia y los empresarios del país se han unido para tratar la crisis alimentaria que azota el país andino. La creciente falta de algunos alimentos y el aumento de precios de otros han provocado el malestar general de la población boliviana. Por ello, el presidente Evo Morales junto al empresariado han iniciado un acercamiento con el que se intentará encontrar una salida a la delicada situación. Los factores climáticos adversos, la inseguridad jurídica y las restricciones a la exportación de ciertos productos han empeorado esta crisis.

La reunión se llevó a cabo entre el Gobierno y la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) que pactaron trabajar en conjunto para resolver la crisis alimentaria y hacer frente a diversos proyectos. Parte del empresariado ha mostrado un fuerte compromiso para participar en las inversiones del Estado boliviano. En el encuentro se abordaron temas relacionados a la seguridad alimentaria, empleo y crisis energética.

En un esfuerzo por frenar la especulación, el Gobierno de Evo Morales mantiene la subida del precio en varios productos indispensables en el carro de la compra de los bolivianos. El aumento en el coste del pan se une al de la leche y el azúcar. El ‘gasolinazo’, medida anunciada por Morales para retirarla tras las protestas, para acabar con el contrabando de hidrocarburos, ha impactado de forma muy negativa a la economía del país boliviano.

La población de Bolivia aún sufre la subida de precios. Al alza del coste del azúcar hasta en un 51% y del pan en un 30% se suma la nueva estructura del precio establecido por productores lecheros a las empresas privadas en más de un 34%.

Estas han parte de las consecuencias del ‘gasolinazo’, medida anunciada por el Vicepresidente Álvaro García Linera el 26 de diciembre y derogada por el presidente Evo Morales cinco días después. El intento por subir el precio de los combustibles hasta en un 83% ha provocado un terremoto político que casi desestabiliza al Gobierno y ha dejado dañada la economía del país. Sobre todo a la población más pobre, que ha sido la que más ha sufrido el alza del precio en los productos, ya que, según un estudio de la Fundación Jubileo los pobres gastan en Bolivia al menos el 50% de sus ingresos mensuales en la compra de alimentos.

El encuentro con los empresarios busca solucionar esta situación crítica que ya derivó en protestas violentas en todo el país.

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