Mercedes Araoz, candidata del APRA, partido de Alán García, a la presidencia, ha anunciado la retirada de su candidatura. Entre los motivos esgrimidos, Araoz asegura que dentro del partido existen listas manchadas por la duda de la corrupción, lo que podría verse como una alusión al ex primer ministro Jorge del Castillo. Según las últimas encuestas, el APRA apenas cuenta con el 4% de intención de voto. Mercedes Araoz, candidata del APRA, partido de Alán García, a la presidencia, ha anunciado la retirada de su candidatura. Entre los motivos esgrimidos, Araoz asegura que dentro del partido existen listas manchadas por la duda de la corrupción, lo que podría verse como una alusión al ex primer ministro Jorge del Castillo. Según las últimas encuestas, el APRA apenas cuenta con el 4% de intención de voto.
Araoz asegura que los altos cargos del APRA firmaron hace meses un documento para excluir de las listas electorales del partido a los miembros que estuvieran implicados en actos de corrupción o estuviesen siendo investigados por ello. Sin embargo, después de prescindir de Jorge del Castillo, ex primer ministro e implicado en casos de corrupción que se están investigando, las críticas arreciaron contra ella y le han obligado a abandonar la carrera electoral.
Pese a que lo ha negado, lo cierto es que los malos resultados en las encuestas, apenas lograba un 4% de la intención de voto, pueden estar detrás de su decisión. Según los datos, el ex presidente Alejandro Toledo, que partió de posiciones muy minoritarias, encabeza las preferencias electorales con un 27% de los votos. Luis Castañeda, que ocupaba la primera plaza dos semanas atrás, contaría con el 17% de la intención de voto.
La sorpresa, además de Toledo, la está protagonizando Keiko Fujimori, hija del antiguo presidente Alberto Fujimori. Lo cierto es que la corrupción, que ha salpicado a todos los candidatos incluido Toledo, está marcando las elecciones. Fujimori, cuyo padre fue encarcelado por este motivo, cuenta con el 22% en las preferencias electorales. Las encuestas que aseguraban que los peruanos no elegirían a un candidato corrupto parecen haber quedado atrás. No tienen demasiado donde elegir.
Las elecciones se realizarán el 11 de abril y, según los datos de las encuestas, estarían encaminadas a la necesidad de celebrarse una segunda vuelta.
