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La Comisión de la Verdad sobre la dictadura enfrenta al Ejército brasileño con Dilma Rousseff

Las Fuerzas Armadas de Brasil han enviado una queja al ministro de Defensa para frenar la creación de la Comisión de la Verdad. Un proyecto impulsado por la presidenta Dilma Rousseff para investigar los crímenes de la dictadura militar que se extendió en el país durante dos décadas (1964-1985). El temor frente a la revisión de la Ley de Amnistía, firmada en 1969 en nombre de la pacificación nacional, ha posicionado al Ejército del país contra la mandataria brasileña. Las Fuerzas Armadas de Brasil han enviado una queja al ministro de Defensa para frenar la creación de la Comisión de la Verdad. Un proyecto impulsado por la presidenta Dilma Rousseff para investigar los crímenes de la dictadura militar que se extendió en el país durante dos décadas (1964-1985). El temor frente a la revisión de la Ley de Amnistía, firmada en 1969 en nombre de la pacificación nacional, ha posicionado al Ejército del país contra la mandataria brasileña.

Brasil es uno de los pocos países de Latinoamérica que no han revisado los crímenes de la dictadura militar. Una tarea pendiente para una parte importante del partido de los Trabajadores, que, desde hace tiempo, considera insuficiente la Ley de Amnistía que perdona los crímenes realizados durante el Gobierno militar.

Esta postura considera que los crímenes no prescriben y que es necesario hacer una revisión de la historia para lo que se ha propuesto la creación de una comisión de investigación. La Comisión de la Verdad es un proyecto en el que Dilma Roussef, una de las víctimas de la dictadura, se ha comprometido.

Aunque la propuesta de la mandataria se presenta como una iniciativa para esclarecer los hechos sin entrar en acusaciones a los militares. El Ejército brasileño ya se ha puesto alerta y ha manifestado su oposición en una queja enviada al ministro de Defensa, Nelson Jobin, que el diario O Globo ha hecho pública. Los militares consideran imposible, según recoge la prensa local, que después de 30 años pueda llegarse a la verdad de los hechos y que la investigación solo sirve para avivar las tensiones.

Pese a la insistencia de los militares brasileños, al cierre de esta edición la mandataria brasileña no se ha pronunciado en los medios de comunicación. Los analistas de la prensa local, en referencia a la queja de las Fuerzas Armadas, opinan que ningún documento podría paralizar un proyecto como este, todavía pendiente de la aprobación del Congreso, que es una “reivindicación” del partido de los Trabajadores y un compromiso de Dilma Rousseff.

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