La escasez de productos en Venezuela ha vuelto a golpear, ahora en el seno de la Iglesia Católica, ya que falta vino para celebrar misa. Si anteriormente la había tocado al papel higiénico, ahora es el turno a este producto. La escasez de productos en Venezuela ha vuelto a golpear, ahora en el seno de la Iglesia Católica, ya que falta vino para celebrar misa. Si anteriormente la había tocado al papel higiénico, ahora es el turno a este producto.
La Conferencia Episcopal del país presidido por Nicolás Maduro ha publicado en su semanario La Iglesia, como comenta el diario El País, que prima encontrar el vino adecuado para la eucaristía, como podrían ser los “caldos argentinos o chilenos de buena calidad, puesto que los vinos franceses, españoles e italianos son muy caros”.
Este comunicado lo han firmado Freddy Jesús Fuenmayor Suárez, obispo de la diócesis de Los Teques (en Miranda) y presidente de la Comisión de Liturgia, el obispo castrense para Venezuela, José Hernán Sánchez Porras, y Ramón Aponte Fernández, Obispo de Valle de La Pascua (Guárico).
Consta de cinco puntos que son: la industria Pomar, que fabrica el vino, no puede garantizar su producción, al ser difícil de obtener divisas debe traerse el vino de otros países, el vino debe ser el más puro y natural posible, no pueden usar vinos espumosos, aromatizados, quinados a base de fruta diferente a la uva o para cocinar y la necesidad de exportar el producto.
Venezuela es un país católico, pero la Iglesia nunca ha tenido poder político, esto se nota cuando la escasez que sufre la población se ha notado también al no poder celebrarse un sacramento como la comunión.
