Al cierre de esta edición, la Bolsa de México caía un 0,17%. No obstante, y tras ser la primera apertura del mercado posterior a la explosión de un oleoducto de la petrolera estatal Pemex, la caída se produce por toma de ganancias. Mientras, la plaza bursátil norteamericana, ha tenido una subida del 0,06%. Por lo tanto, parece que el incidente no ha hecho mella en el mercado. Al cierre de esta edición, la Bolsa de México caía un 0,17%. No obstante, y tras ser la primera apertura del mercado posterior a la explosión de un oleoducto de la petrolera estatal Pemex, la caída se produce por toma de ganancias. Mientras, la plaza bursátil norteamericana, ha tenido una subida del 0,06%. Por lo tanto, parece que el incidente no ha hecho mella en el mercado.
La Bolsa brasileña, ha perdido un 0,3%, mientras que la de Argentina sube un 0,6%. Estos valores reflejan que, a pesar del incidente en una de las petroleras que más suministra esta materia prima a varios países del subcontinente y también del resto del mundo, no han sufrido pérdidas consistentes debido a la tragedia.
En el caso de España, país que se abastece únicamente del petróleo de la empresa mexicana, ha subido en Bolsa un 0,99% y tampoco se ha visto afectada por la explosión en una de las estaciones de Pemex.
El incidente tuvo lugar la madrugada del pasado domingo en el municipio de San Martín Texmelucan. Al parecer, una banda de ladrones intentó robar combustible y provocó una fuerte explosión. La extracción clandestina de carburante de la red de Petróleos Mexicanos (Pemex) causó la explosión de un oleoducto que ha dejado, al menos, 28 muertos, 52 heridos y 5.000 personas evacuadas, además de importantes daños materiales que aún no han sido evaluados.
El desencadenante del accidente es una práctica usual, tanto por parte de particulares como de grupos del crimen organizado. A pesar de los bajos precios de la gasolina, debido a los subsidios del gobierno federal y a la abundancia del petróleo por ser un país productor, este tipo de extracciones ilegales se han convertido en algo habitual en México, país en el que se contabilizan cerca de 47,6 millones de pobres.
