La Bolsa castigó hoy el sobreprecio que Vivendi ha pagado por hacerse con el control de la brasileña GVT y superar a Telefónica. Las acciones de la compañía francesa de anotaban unas caídas cercanas al 3% en el CAC 40 a pesar de que la renta variable registró una jornada alcista. De hecho, el índice bursátil galo se revalorizaba un 1%. En lo que va de año, el grupo experimenta una depreciación en Bolsa del 17,15%. La Bolsa castigó hoy el sobreprecio que Vivendi ha pagado por hacerse con el control de la brasileña GVT y superar a Telefónica. Las acciones de la compañía francesa de anotaban unas caídas cercanas al 3% en el CAC 40 a pesar de que la renta variable registró una jornada alcista. De hecho, el índice bursátil galo se revalorizaba un 1%. En lo que va de año, el grupo experimenta una depreciación en Bolsa del 17,15%.
“El grupo tendrá un montón de dificultades para convencer a los accionistas de la racionalidad económica de la oferta”, afirmó hoy Natixis en una nota a sus clientes. “Esta operación supone acabar con su fuerte disciplina financiera”, afirma Bernstein. “El precio pagado es caro” , afirma Kepler Capital Markets. Estas sólo fueron unas de las múltiples reacciones negativas de las casas de análisis.
Vivendi comunicó el pasado viernes que había cerrado un acuerdo para adquirir una participación de control del 57% en el capital de GVT y que lanzaría una OPA por el resto a un precio de 56 reales por acción, lo que supondría un desembolso total de 2.800 millones de euros. Este precio supone un 40% más que los 2.100 millones que estaba dispuesta a invertir en septiembre.
El sobreprecio obedece a la intervención de Telefónica, que tras el anuncio de Vivendi lanzó una OPA por el 100% del capital, inicialmente a 48 reales y luego a 50,5 reales por acción, lo que suponía comprometerse a pagar unos 2.700 millones de euros por el 100%.