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La aerolínea Mexicana de Aviación suspende todas sus operaciones

Mexicana de Aviación, anteriormente dirigida por Manuel Borja, suspende todas sus operaciones “por el grave deterioro financiero en el que se encuentra la empresa y la imposibilidad de lograr acuerdos que den viabilidad futura a sus operaciones que permitan una capitalización adecuada”, según anunciaba Juan Molinar Horcasitas, secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno mexicano. Alrededor de 4.000 pasajeros se quedan en tierra terminadas sus vacaciones. El Gobierno busca sustitutos entre las aerolíneas nacionales e internacionales para llenar el vacío dejado por Mexicana. Mexicana de Aviación, anteriormente dirigida por Manuel Borja, suspende todas sus operaciones “por el grave deterioro financiero en el que se encuentra la empresa y la imposibilidad de lograr acuerdos que den viabilidad futura a sus operaciones que permitan una capitalización adecuada”, según anunciaba Juan Molinar Horcasitas, secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno mexicano Alrededor de 4.000 pasajeros se quedan en tierra terminadas sus vacaciones. El Gobierno busca sustitutos entre las aerolíneas nacionales e internacionales para llenar el vacío dejado por Mexicana.

La mayor aerolínea mexicana no levanta cabeza. Después de un intento de recuperación, con la adquisición del 95% de las acciones por parte de Tenedora K, holding formado por varios empresarios mexicanos, entre los que estaban el Grupo Industriales Omega y el Grupo Arizán, la compañía se ha venido abajo. Otra vez.

El pasado viernes, desde la Seretaría de Comunicaciones y Transportes, se anunciaba la suspensión de operaciones de Mexicana de Aviación por culpa de un “grave deterioro financiero de la empresa”. Con esta medida, cerca de 4.000 viajeros se quedan a la espera de nuevas informaciones. A pesar de la intervención de la SCT, el Gobierno ha anunciado que “no destinará recursos públicos para rescatar financieramente a Mexicana”.

Aunque es posible que los viajeros no tengan que esperar mucho. Y es que la Secretaría de Turismo mexicana ya se encuentra en conversaciones con aerolíneas nacionales e internacionales para que aumenten el número de vuelos hacia México y acudan en ayuda de los pasajeros afectados.

Los vuelos internacionales intentarán ser atendidos por otras compañías. El Gobierno está solicitando a otras aerolíneas que aumenten sus vuelos a México para así atender a las personas varadas en los aeropuertos.

Las empresas más beneficiadas ante la quiebra de Mexicana pueden ser la estadounidenses, quienes ampliarán sus frecuencias de vuelo hacia y desde destinos mexicanos, advirtió Carlos Canfield, investigador del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México. Según el experto, estas compañías tienen la logística y los recursos necesarios para hacerse cargo del flujo de pasajeros internacionales.

Los datos dan fe en esta premisa. El año pasado, mientras 6 millones 817,495 pasajeros fueron movidos fuera del país por aerolíneas nacionales, 15 millones 722,351 se transportaron por las de origen extranjero, nicho en el que las estadounidenses tienen, a su vez, una participación de 78 por ciento.

Por otro lado, aerolíneas nacionales como Aeroméxico, Volares o Interjet se han ofrecido para transportar a aquellos que se hayan quedado sin vuelo.

Aeroméxico anunció que incrementará sus frecuencias de vuelo en siete rutas para dar cauce al incremento de demanda a través de su red. Las rutas son Cancún-México (dos vuelos adicionales diarios), México-Monterrey (seis vuelos adicionales diarios), Guadalajara-México, México-Tijuana, Guadalajara-Tijuana, México-Tuxtla Gutiérrez y México-Veracruz (todas éstas únicamente con un vuelo adicional diario).

El consultor independiente del sector Simón García dijo a Efe que Mexicana de Aviación «difícilmente se recuperará de esta caída» ya que «arrastra otros problemas» como son una falta de planeación de negocios fortalecida a partir de su adquisición en 2005, que pasó del Gobierno a manos privadas.

Por su parte, el experto y asesor de empresas aeroportuarias Fernando García explicó a Efe que «es muy difícil que un grupo privado realice una inversión si no hay condiciones adecuadas». Asimismo, García calcula que se requiere de una capitalización de 150 millones de dólares para salir a flote.

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