Pese a que Unilever ya puso la primera primera piedra de la fábrica en noviembre del pasado año en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM). Pese a que Kraft Heinz ya ha retirado su oferta de adquisición sobre su rival Unilever para crear un gigante aún mayor en el sector de los bienes de consumo; el movimiento ha generado incertidumbres sobre el futuro de la planta de unos 35 millones de dólares que la multinacional angloholandesa contruye en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM).
Incluso cuando Unilever ya puso la primera primera piedra de la fábrica en noviembre del pasado año; pero no sería la primera vez que tiene su estrategia en la Isla se ve revisada después de que en 2012 abandonase el país caribeño, mercado en el que estuvo presente entre 1994 y 2012, por problemas con el control de su ‘joint venture’.
También en esta nueva fase ya retrasó sus planes en un año, ya que si bien ahora la producción está prevista que comience en 2018; el plan inicial era que lo hubiese hecho ya en este mismo año. No obstante, al menos el apartado del control de la nueva ‘joint venture’ parece estar resuelto con un 60% para la multinacional y un 40% para la cubana Intersuchel SA.
Así la entrada de Kraft Heinz cuyo mayor accionistas es Berkshire Hathaway, el fondo de inversión controlado por el magnate estadounidense Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo; podría haber supuesto un nuevo giro de 180 grados dados los problemas asociados aún al embargo y a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Con todo, por el momento, parece que la nueva planta seguirá avanzando hasta ocupar una superficie de 40.000 metros cuadrados en la ZEDM, esa amplia área industrial y portuaria a 45 kilómetros de La Habana en la que el Gobierno cubano quiere promover la instalación de empresas extranjeras con condiciones fiscales ventajosas.
