El párroco de una iglesia en el estado de Michoacán (oeste), secuestrado la semana pasada, fue encontrado sin vida, informaron hoy la arquidiócesis de Morelia y la Fiscalía estatal. El párroco de una iglesia en el estado de Michoacán (oeste), secuestrado la semana pasada, fue encontrado sin vida, informaron hoy la Archidiócesis de Morelia y la Fiscalía estatal.
«Con profunda tristeza informamos que ya encontraron el cuerpo del Pbro. Alfredo López Guillén, pidamos por su alma», dijo la Archidiócesis de Morelia.
El sacerdote de la iglesia Santísima Trinidad, en el municipio de Puruándiro, desapareció después de que fue saqueada la casa parroquial el pasado lunes 19 de septiembre.
«Anoche fue localizado sin vida en un paraje denominado Las Guayabas, ubicado en la carretera Puruándiro-Zináparo», indicó en un comunicado la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Michoacán. De acuerdo con los resultados de la necropsia, la causa de muerte fueron las heridas producidas por un proyectil de arma de fuego.
La víctima fue vista por última vez la noche del lunes 19 de septiembre, cuando acudió a un establecimiento donde solicitó que le enviaran cuatro raciones de alimentos, que le fueron entregadas personalmente en la parroquia después de las 21:30 (hora local).
De acuerdo con la Conferencia del Episcopado Mexicano, el secuestro del presbítero se produjo pocos días después de que dos clérigos fueron raptados y asesinados en otro estado del país.
«Después de compartir la pena grande por el asesinato de dos sacerdotes jóvenes de la diócesis de Papantla, en Veracruz, pues ahora sufrimos en carne propia la angustia de la desaparición, del secuestro, de uno de nuestros sacerdotes», dijo el arzobispo de Morelia, cardenal Alberto Suárez Inda.
De acuerdo con Suárez Inda, el párroco fue sacado de la casa parroquial el lunes, después de que le robaron varios objetos y su automóvil.
El lunes pasado se informó sobre el hallazgo de los cadáveres de dos sacerdotes en el estado de Veracruz (este), que habían sido secuestrados el domingo por la noche junto a un sacristán que logró escapar de sus captores.
Según la fiscalía de Veracruz, los religiosos conocían a sus secuestradores y estuvieron bebiendo licor en su casa antes de los hechos. Los responsables, que todavía no han sido detenidos, les robaron dinero y dos autos.
Según cifras del Centro Católico Multimedial, en los últimos cuatro años se han registrado 15 homicidios de sacerdotes, un seminarista y un sacristán, además de la desaparición de dos sacerdotes.
