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Evo Morales se enfrenta a nuevas movilizaciones por el alza del carburante

Los sindicatos han anunciado posibles manifestaciones para mañana a pesar del fracaso que tuvo la primera huelga de transportistas por la subida del carburante. La protesta se ha trasladado a otras partes de la sociedad civil. Varias juntas vecinales de La Paz han anunciado su unión a una marcha que se celebrará el jueves, pese a lo cual las tarifas de transporte urbano se han duplicado y la subida de los carburantes se está reflejando, además, en el aumento de precios del pan y de la carne. Los sindicatos han anunciado posibles manifestaciones para mañana a pesar del fracaso que tuvo la primera huelga de transportistas por la subida del carburante. La protesta se ha trasladado a otras partes de la sociedad civil. Varias juntas vecinales de La Paz han anunciado su unión a una marcha que se celebrará el jueves, pese a lo cual las tarifas de transporte urbano se han duplicado y la subida de los carburantes se está reflejando, además, en el aumento de precios del pan y de la carne.

Pese a ello, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha afirmado que mantendrá la subida en el precio del combustible, tras el fracaso de la huelga de chóferes iniciada el lunes. Los manifestantes pedían su anulación, después de que Morales decretara el pasado domingo el alza de precios en el carburante entre un 57% y un 82% para nivelar el coste respecto a los países vecinos. Sectores sindicales y sociales estudian otras protestas.

En respuesta a la decisión de elevar el precio del carburante, los transportistas decidieron subir las tarifas del transporte hasta un 100%, con lo cual las unidades volvieron al servicio. Posteriormente, el Gobierno anunció que autorizaba alzas de tarifas hasta de un 30%, cifra que rechazaron los huelguistas y hecho que ha desencadenado en otro posible paro el jueves.

La Central Obrera Boliviana (COB), los chóferes y las juntas vecinales han anunciado que llevarán a cabo varias manifestaciones para exigir la derogación de la medida que el presidente del Estado, Evo Morales, calificó como necesaria. El dirigente afirmó que se vio obligado a tomar la decisión debido a que cada año su país pierde 150 millones de dólares (113 millones de euros) por contrabando de combustible hacia Argentina, Brasil y Perú, pero además porque su bajo costo desanima a la producción de combustibles líquidos.

Está previsto que el litro de gasolina suba de 0,53 a 0,91 centavos de dólar (un 72 %), el de la gasolina premium de 0,68 a 1 dólar (un 57%) y el del diesel de 0,52 a 0,96 centavos de dólar (un 82 %). De este modo, el país, que lleva 10 años con el precio del carburante congelado, igualaría su valor con los países vecinos.

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