Una delegación de Bolivia, encabezada por su presidente, Evo Morales, tiene previsto acudir el próximo 12 de marzo a la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU, para defender el consumo de hoja de coca. La intención de Morales es que el masticado de la planta se elimine de la lista de drogas prohibidas por la organización internacional. Una delegación de Bolivia, encabezada por su presidente, Evo Morales, tiene previsto acudir el próximo 12 de marzo a la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU, para defender el consumo de hoja de coca. La intención de Morales es que el masticado de la planta se elimine de la lista de drogas prohibidas por la organización internacional.
Para los bolivianos la hoja de coca es una importante referencia cultural. De hecho, la Constitución del país protege su consumo como patrimonio de sus costumbres. Morales irá a Viena (Austria), para expresar su defensa y que se diferencie la hoja del consumo de cocaína.
El gobierno, en 2011 ya señaló a la Convención sobre Estupefacientes, que sus mandatos de 1961, que condenaban el consumo de coca, iba en contra de su Carta Magna. Entonces, pidieron la abolición de la prohibición de la hoja de coca.
Evo Morales, antes de dedicarse a lo política, fue cocalero. Esta reivindicación le sirve para mejorar su popularidad entre los pueblos indígenas, molestos en las últimas fechas con su gestión.
En este sentido, aprobó la realización de una consulta popular sobre la legislación que controla el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). El objetivo del mandatario era llegar a un acuerdo con los indígenas de la zona que están enfrentados por la construcción de una carretera dentro de esta región boliviana.
