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Evo lanza una gran amenaza a los intereses de la familia Luksic en Bolivia

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado su decisión de nacionalizar durante este año 2010 los ferrocarriles, que llevan 14 años en manos privadas. De esta forma el mandatario boliviano lanza una gran amenaza a los intereses del poderoso grupo chileno Luksic en Bolivia, que tiene la propiedad del 50% de la Empresa Ferroviaria Andina, una de las principales compañías del sector. El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anunciado su decisión de nacionalizar durante este año 2010 los ferrocarriles, que llevan 14 años en manos privadas. De esta forma el mandatario boliviano lanza una gran amenaza a los intereses del poderoso grupo chileno Luksic en Bolivia, que tiene la propiedad del 50% de la Empresa Ferroviaria Andina, una de las principales compañías del sector.

Ya hacía tiempo que se venía gestando la nacionalización de los ferrocarriles del país, pero parece que cada vez está más cerca y que podría perjudicar a la familia más poderosa de Chile.

El ministro de Obras Públicas de Bolivia, Walter Delgadillo, ha anunciado que para la nacionalización del sector se creará la Empresa Boliviana de Ferrocarriles y que un equipo técnico del viceministerio de Transporte trabaja en el traspaso de los ferrocarriles a manos estatales para que funcionen dentro del sistema de carga y en el traslado de pasajeros.

El gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada vendió las dos redes de ferrocarriles bolivianas por 14.000 millones de dólares (9.711 millones de euros) al grupo chileno Cruz Blanca, que dividió los servicios ferroviarios entre la parte oriental y la parte occidental del país.

Delgadillo ha indicado a los medios locales que este proyecto de nacionalización necesitará una inversión muy fuerte porque incluye la recuperación de la vieja ruta pero también, de un nuevo corredor ferroviario de Este-Oeste para el traslado esencialmente de hierro.

El titular de Obras Públicas ha asegurado que aún no se conoce el coste total del traspaso pero ha indicado que la interconexión costará 2.000 millones de dólares (1.387 millones de euros) y que se financiará con dinero estatal y con un crédito externo.

El ministro boliviano ha sostenido que el objetivo de la nacionalización es que los ferrocarriles colaboren en la exportación de la producción de hierro, concentrado en los yacimientos del Mutún, ubicados en la provincia de Santa Cruz.

En Bolivia operan dos empresas privadas de ferrocarriles, la Empresa Ferroviaria Andina S.A., que está en manos de la familia Luksic, y la Empresa Ferroviaria Oriental (EFO), gestionada por la estadounidense Genesee Wyoming.

El gerente de la Empresa Ferroviaria Andina S.A, Eduardo McLean, en declaraciones a medios locales, ha recordado que tienen firmado un contrato de 40 años con el Estado de Bolivia para operar el ferrocarril, y que aún no han pasado ni 14 años. La familia Luksic adquirió en 1996 el 50% de la Empresa Ferroviaria Andina cuando gobernaba en Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada.

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