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El presidente boliviano se desdice y vuelve a llamar a la inversión de las petroleras internacionales en el país

El salto de Autometal

Hace casi cinco años, el presidente boliviano, Evo Morales, mandó nacionalizar el conjunto de los recursos hidrocarburíferos del país e instruyó a las Fuerzas Armadas tomar los diferentes campos petroleros. En total fueron 56 yacimientos expropiados, que gestionaban Repsol y Petrobras. Ahora, el Gobierno, condicionado por la falta de ingresos, cambia de parecer y pide a las compañías del sector de los hidrocarburos que vuelvan a invertir en Bolivia. Hace casi cincoaños, el presidente boliviano, Evo Morales, mandó nacionalizar el conjunto de los recursos hidrocarburíferos del país e instruyó a las Fuerzas Armadas tomar los diferentes campos petroleros. En total fueron 56 yacimientos expropiados, que gestionaban Repsol y Petrobras. Ahora, el Gobierno, condicionado por la falta de ingresos, cambia de parecer y pide a las compañías del sector de los hidrocarburos que vuelvan a invertir en Bolivia.

La realidad de las arcas públicas, mermadas por los escasos ingresos, ha obligado al Ejecutivo a repensar el papel de las petroleras internacionales en el país. El presidente boliviano ha enviado al representante de la petrolera pública del país YPFB, Carlos Villegas, a hacer un llamamiento a las principales compañías del sector para que vuelvan a invertir en Bolivia.

En mayo de 2006, 100 días después de que el mandatario llegara al poder, hizo realidad una de sus principales promesas de campaña: la nacionalización de los hidrocarburos, que otorga al Estado el control absoluto de los importantes yacimientos de gas y petróleo del país. Morales explicó que, de este modo, los bolivianos volvían a asumir la propiedad de este recurso natural que se constituiría en el pilar central del desarrollo de Bolivia. Las Fuerzas Armadas tomaron las 56 instalaciones de campos petroleros y dos refinerías que estaban controladas por Repsol y Petrobras. Las petroleras tuvieron que entregar toda su producción de gas y petróleo a Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

La cumbre energética «Oil & Gas Latin America Summit 2011» en Río de Janeiro, fue el lugar elegido por el Gobierno de Bolivia para presentar la nueva política de exploración de hidrocarburos en el país y animar a los representantes de más de 60 compañías petroleras internacionales a que regresen a la región.

Bajo el título «Bolivia y su Potencial Exploratorio», el presidente de YPFB explicó las ventajas y condiciones que ofrece el Gobierno boliviano a las empresas petroleras para emprender sociedades estratégicas, para la exploración y explotación de nuevas reservas de gas natural y petróleo.

Villegas destacó la producción de Bolivia en 2010. El país aumentó el número de áreas de exploración, pasó de 33 a 56 sectores. Actualmente cuenta con un potencial hidrocarburífero calculado en 54 trillones de pies cúbicos de gas natural por valor de 150.000 millones de dólares (108.500 millones de euros) y 1.409 millones de barriles de petróleo. Las reservas de Bolivia son las segundas más grandes de América Latina, por detrás de Venezuela. Es por ello que el país necesita alcanzar acuerdos con petroleras extranjeras para nuevos trabajos de explotación de hidrocarburos.

El petróleo ha sido, hasta 2005, un problema para las arcas estatales. En lugar de aumentar los ingresos del país, las vaciaban. A causa de las subvenciones públicas que buscaban abaratar su precio para hacerlo accesible, Bolivia ha gastado 380 millones de dólares en 2010. Con el fin de revertir esta situación, y convertir el problema en solución, Morales ejecutó el pasado 25 de diciembre el llamado “gasolinazo”.

En esa fecha, el presidente boliviano anunció una subida de entre el 57 y el 83% del precio del carburante. Las calles de La Paz y El Alto, pero sobre todo las zonas eminentemente indigenistas como Chaparé o El Chaco, se convirtieron ese día y los sucesivos en el escenario de un juego al que Evo Morales ha jugado desde su elección. Carteles como “Morales liberal” y críticas desde el indigenismo hacían ver que, con la medida adoptada, el equilibrio entre discurso y realidad se había vencido hacia el segundo.

En la conferencia, líderes y representantes de empresas petroleras examinaron la problemática en torno a la disminución de las reservas, el aumento de los precios del petróleo crudo y las advertencias de que este hidrocarburo se está agotando más rápido de lo que se pronosticó.

Por ello, esta situación ha llevado a que el sector de la energía vuelque su mirada hacia la región boliviana, la tercera productora de crudo más importante después de Medio Oriente y Euroasia.

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