Telefónica ha dado un gran paso en México para hacer frente al magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim y reducir su dependencia de las operadoras del empresario azteca. La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) del país latinoamericano ha avalado una licitación de espectro radioeléctrico para telefonía móvil a favor de las empresas Nextel-Televisa, Telcel y la española. Telefónica ha dado un gran paso en México para hacer frente al magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim y reducir su dependencia de las operadoras del empresario azteca. La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) del país latinoamericano ha avalado una licitación de espectro radioeléctrico para telefonía móvil a favor de las empresas Nextel-Televisa, Telcel y la española.
La firma Pegaso, filial de Telefónica, obtuvo seis bloques de 10 megahercios cada uno, por un pago inicial de 1.273 millones de pesos (unos 100 millones de dólares) y 5.433 millones de pesos (430 millones de dólares) con 20 años de concesión.
El Gobierno decidió subastar las redes de fibra en un intento por introducir mayor competencia en un mercado dominado por Telmex, en telefonía fija, y America Movil, ambas empresas propiedad de Carlos Slim. La primera controla casi el 82% de las redes de telefonía fija (unos 19,3 millones) y la segunda posee una cuota de mercado del 71%, con casi 85 millones de clientes. Por ahora, Telefónica sólo ofrece servicios de telefonía móvil en México pero la posesión de la nueva infraestructura no implica su entrada en la telefonía fija.
Con las nuevas redes, la compañía española no tendrá que pagar ningún peaje a Slim, lo que le permitirá ofrecer servicios más atractivos a sus clientes. Además, acabará con los conflictos por los problemas de acceso que ha tenido Telmex, no sólo con Telefónica, sino con el resto de operadoras.
La Cofetel también consideró válida la oferta presentada por un consorcio de Televisa y Nextel -de la estadounidense NII Holdings-, pese a la críticas de algunos políticos que acusaron al Gobierno de favorecer a la gigante de los medios. Televisa y Nextel ofrecieron 180 millones de pesos (unos 10 millones de euros) por una concesión para operar un bloque de frecuencias nacional de 30 Megahertz (Mhz), una cifra inferior a la de sus competidores.
Algunos políticos se han quejado de que la licitación se estructuró para permitirle a Televisa y a Nextel hacer una oferta baja por el espectro, reviviendo críticas de que el Gobierno está sujeto a Televisa, que tiene el 70% de la audiencia de televisión abierta en México.
El visto bueno de la Cofetel era necesario para que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) pueda otorgar las concesiones necesarias a las empresas para operar las frecuencias.