El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha asegurado que la sentencia de la Corte Internacional de la Justicia (CIJ) de La Haya, que decidió recortar su zona marítima en el Caribe para cedérsela a Nicaragua, “es un perjuicio de los derechos de los Estados y de los pueblos” y no la reconoce. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha asegurado que la sentencia de la Corte Internacional de la Justicia (CIJ) de La Haya, que decidió recortar su zona marítima en el Caribe para cedérsela a Nicaragua, “es un perjuicio de los derechos de los Estados y de los pueblos” y no la reconoce.
El mandatario ha denunciado ante la Organización de Estados Americanos (OEA) el Pacto de Bogotá que establecía la jurisdicción de la CIJ en los litigios entre otros países. Este acuerdo, también conocido Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, es un acuerdo que se suscribió el 30 de abril de 1948 y que impone a los países firmantes la obligación de reconocer la jurisdicción del CIJ y de buscar soluciones a los conflictos.
Para el Gobierno colombiano, “el fallo ha conducido a un resultado claramente contrario a la equidad. Además, supone un detrimento de los intereses de los colombianos que viven en el archipiélago, la protección de la reserva marina Sea Flower y la posibilidad de acceder a los recursos naturales”.
Una de las razones que ha esgrimido para llevar a cabo esta denuncia ha sido que considera que “los límites de los Estados deberán ser fijados por los propios Estados”. Aunque también ha asegurado Santos que “Colombia no pretende tener una confrontación con Nicaragua. Al contrario, Colombia reitera su compromiso de recurrir siempre a procedimientos pacíficos”.
