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El Parlamento brasileño aprueba una reforma de Temer para frenar el gasto público

Michel Temer, presidente de Brasil

El nuevo Gobierno del conservador Michel Temer en Brasil consiguió hoy su primera victoria política importante, al lograr que el Parlamento apruebe una reforma constitucional para limitar el gasto público en los próximos 20 años. El nuevo Gobierno del conservador Michel Temer en Brasil consiguió hoy su primera victoria política importante, al lograr que el Parlamento apruebe una reforma constitucional para limitar el gasto público en los próximos 20 años.

Tras horas de tensas discusiones, la Cámara de Diputados aprobó con una amplia mayoría, de 366 votos a favor, 111 en contra y dos abstenciones, la llamada Propuesta de Enmienda de la Constitución, impulsada por el Gobierno para afrontar la dura crisis económica en el país sudamericano.

La reforma impone un techo al gasto público durante dos décadas, orientándose anualmente en la tasa de inflación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (IPCA). La reforma debe ser aprobada más adelante en forma definitiva por el Senado, donde la alianza de Gobierno también tiene mayoría.

Temer, que sustituyó hace ocho semanas oficialmente en la presidencia a Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), se había empeñado a fondo en los últimos días por conseguir apoyo para la reforma.

Entre otras iniciativas, el presidente y líder del centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) invitó en la noche del domingo a unos 200 legisladores a cenar en su residencia oficial, el Palacio da Alvorada, para cerrar filas.

Para la sesión definitiva en el Parlamento, Temer liberó luego momentáneamente de sus funciones a tres ministros con mandato parlamentario para que pudieran votar en la Cámara.

La reforma se aprobó en primera votación tras intensos debates. El PT y otros grupos de izquierda acusaron a la coalición gubernamental de intentar «desmontar el Estado» con el cambio constitucional.

Después de asumir el Gobierno, Temer anunció recortes y un programa económico más liberal para intentar sacar a Brasil de la crisis.

La primera economía de América Latina cerrará 2016 por segundo año consecutivo con una contracción de más del tres por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), después del «boom» económico registrado en la década anterior.

Los mercados ven con buenos ojos las reformas anunciadas por Temer. También el Fondo Monetario Internacional (FMI) se expresó a favor.

«Estoy animada por el foco y dirección de esas reformas», dijo la directora del FMI, Christine Lagarde, tras reunirse el domingo en Washington con el ministro de Finanzas brasileño, Henrique Meirelles.

«Eso ayudaría a fortalecer la credibilidad de la política macroeconómica brasileña, generar confianza en la economía y anclar el retorno al crecimiento fuerte», agregó.

Además de poner en marcha un plan de privatizaciones en varios sectores estratégicos, el Ejecutivo de Temer quiere reformar el deficitario sistema público de pensiones y revisar los programas sociales impulsados por los Gobiernos del PT de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff durante los últimos 13 años.

Bajo los Gobiernos de Lula (2003-2010), Brasil vivió un «boom» que convirtió al país en una de las primeras economías del mundo.

El agotamiento del modelo económico y varios escándalos de corrupción desembocaron sin embargo en una severa crisis en los últimos años.

Temer fue vicepresidente de Rousseff y abandonó la coalición gubernamental en marzo para apoyar el controvertido juicio de destitución de la presidenta. El líder conservador, que estará en el poder hasta finales de 2018, ha anunciado que centrará su Gobierno en la recuperación económica.

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