Los comentaristas especializados en la información del Vaticano discrepan sobre los nombres de los cardenales y altos cargos eclesiásticos que formarán el círculo de confianza del nuevo Papa. Sólo parecen coincidir en una cosa. Casi todos ellos serán hombres alejados de la Curia. Los comentaristas especializados en la información del Vaticano discrepan sobre los nombres de los cardenales y altos cargos eclesiásticos que formarán el círculo de confianza del nuevo Papa. Sólo parecen coincidir en una cosa. Casi todos ellos serán hombres alejados de la Curia.
De momento, sin embargo, Francisco ha confirmado en sus puestos a todo el equipo de Benedicto XVI, incluido el polémico Tarsicio Bertone, pero los nombramientos no pueden tardar mucho en llegar porque serán básicos para la nueva orientación que el recién elegido Papa quiere darle a su mandato.
Esa es la opinión, por ejemplo, de algunos articulistas de Vatican Insider, el suplemento de La Stampa considerado mundialmente como la fuente de información más relevante sobre estos asuntos.
En sus últimas ediciones, el suplemento ha ido elaborando una lista de posibles que, con matices, parece asumida por casi todos. La máxima expectación se concentra en la figura del secretario de Estado, el hombre que debe sustituir a Bertone y responsabilizarse de la política interior y exterior de la Santa Sede.
Uno de los posibles es Lorenzo Baldisseri, secretario de la Congregación para los Obispos y también secretario del Cónclave. Su candidatura gana peso porque ha aparecido junto a Francisco casi desde el mismo momento de su ‘coronación’ y ambos han celebrado varias veces misas conjuntas en la Casa de Santa Marta.
Su candidatura se ve reforzada por el hecho de ser un diplomático de carrera y haber ocupado puestos importantes en Latinoamérica, región en la que fue nuncio nuncio apostólico en Haití, Paraguay y Brasil. Pero no es el único posible.
Otro candidato bendecido por los comentaristas es el cardenal Paul Josef Cordes, presidente emérito del Pontificio Consejo “Cor Unum”, reputado de conocer muy bien la Curia, a pesar de no formar parte de su núcleo duro . Por último, nadie descarta que algún compatriota forme parte del equipo inicial de Francisco. Por ejemplo, Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Pero la lista se alarga con otras personalidades como el cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y uno de los “papables” del último Conclave, así como con Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
