Los días festivos decretados en Brasil durante el Mundial de fútbol han supuesto un varapalo para la economía nacional, que ha sufrido una caída en una producción industrial y en la actividad en general. Los días festivos decretados en Brasil durante el Mundial de fútbol han supuesto un varapalo para la economía nacional, que ha sufrido una caída en una producción industrial y en la actividad en general.
Así lo recoge la prensa de la zona, que recuerda que en lo que va de 2014 Río de Janeiro ya ha contado con doce festivos debido, en parte, a la decisión del Ayuntamiento de liberar las jornadas laborales que coinciden con partidos en el estadio de Maracaná.
Cada día sin trabajo ha supuesto una pérdida de 3.610 millones de dólares en la industria brasileña, según cálculos de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp).
Además, según un informe de la Asociación Brasileña de Industria Eléctrica y Electrónica, el 58% de las empresas de este sector prevén pérdidas en su producción durante el torneo. De hecho, hubo quien optó por dar vacaciones a sus trabajadores, como Whirlpool, Samsung y Continental.
Muchos han sido los comerciantes que se han quejado de la caída de las ventas debido a las vacaciones. Por ejemplo, el Sindicato de Tiendas de Comercio del municipio de Río de Janeiro calcula que sufrirá pérdidas de 869 millones de dólares durante el Mundial debido al cierre de los establecimientos antes de los partidos de la “canarinha”.