El ex ministro de turismo de Honduras, Ricardo Martínez, no tiene amor de patria. Eso es lo que se desprende de sus declaraciones en una feria internacional del sector. El que llevara la cartera en el mandato de Manuel Zelaya ha aconsejado que no se visite su país. Estas declaraciones han sentado muy mal en Honduras donde el presidente provisional Roberto Micheletti ha calificado como un traidor a la patria al ex ministro y ha sugerido su expulsión del país. El ex ministro de turismo de Honduras, Ricardo Martínez, no tiene amor de patria. Eso es lo que se desprende de sus declaraciones en una feria internacional del sector. El que llevara la cartera en el mandato de Manuel Zelaya ha aconsejado que no se visite su país. Estas declaraciones han sentado muy mal en Honduras donde el presidente provisional Roberto Micheletti ha calificado como un traidor a la patria al ex ministro y ha sugerido su expulsión del país.
Pese a haber llevado la cartera de turismo, Martínez no tiene una visión demasiado buena de Honduras, según él, sigue siendo un Estado sin garantías individuales donde la policía puede entrar en su casa sin orden judicial, uno puede ser detenido sin razón, y no hay libertad de movimiento. El ex colaborador de Zelaya ha recomendado no visitar su país por la cantidad de crímenes y de ultrajes contra los derechos humanos que supuestamente se cometen aquí.
Estas declaraciones han tenido mucha repercusión en Honduras. El presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), Epaminondas Marinakys, ha expresado que se sorprendieron ante el llamado que hizo el ex ministro de Turismo, para desacreditar al sector. Según Marinakys, el ex ministro vertió expresiones muy alejadas de la verdad sobre la situación que atraviesa el país.
El presidente ha querido demostrar la falsedad de las declaraciones de Ricardo Martínez. Para ello ha anunciado que en las próximas semanas se inaugurará el muelle para cruceros en Roatán, con una inversión de 62 millones de dólares y la apertura de vuelos charter desde Canadá hasta La Ceiba y Roatán, así como a San Pedro Sula y Tegucigalpa, desde Nueva Orleáns, Estados Unidos.
Las críticas pueden tener muchas consecuencias en la zona ya que el turismo es el tercer generador de divisas y el número uno en generación de empleos en el país.