El Gobierno cubano ha anunciado la puesta en marcha de la unificación monetaria y cambiaria en el país, un paso decisivo en las transformaciones impulsadas por el presidente Raúl Castro. El Gobierno cubano ha anunciado la puesta en marcha de la unificación monetaria y cambiaria en el país, un paso decisivo en las transformaciones impulsadas por el presidente Raúl Castro.
Una Nota Oficial publicada por el diario Granma indicaba que “El Consejo de Ministros celebrado el sábado día 19, acordó poner en vigor el cronograma de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y cambiaria”. “Ninguna medida que se adopte en el terreno monetario, será para perjudicar a las personas que lícitamente obtienen sus ingresos en CUC (pesos convertibles) y CUP (pesos cubanos)”, añade la declaración.
Aunque no se habla de la fecha exacta en la que se iniciará este proceso, todo parece indicar que su puesta en marcha será inmediata, comenzando por el sector empresarial y las instituciones estatales, según publica CaféFuerte.
El texto indica que en una primera etapa los cambios a los organismos y entidades jurídicamente establecidas, con el fin de “propiciar las condiciones para el incremento de la eficiencia, la mejor medición de los hechos económicos y el estímulo a los sectores que producen bienes y servicios para la exportación y la sustitución de importaciones”.
Algunos medios, incluso, ponen fecha exacta. En Radio Bemba, aseguran que será el 14 de febrero cuando será decretada la eliminación de la doble moneda en Cuba.
En todo caso, sea cuando sea, todos coinciden que debe ser lo antes posible, porque “La Habana no aguanta más” como asegura Ernesto, un jubilado (uno de los sectores más afectados por la dualidad monetaria) parafraseando una vieja canción de los Van Van que allá por los años 80 hizo época.
Y también parece ser unánime la consideración de que con ello se producirá un cambio drástico, para bien, en la vida del país, aunque algunos expertos aseguran que, según como se haga, conllevará el riesgo de generar inflación y beneficiar a unos, perjudicando a otros, y que también obligaría a cambiar las reglas que rigen la contabilidad y eliminar enormes subsidios a empresas estatales.
En cuanto a lo primero, los profanos en la materia aseguran que, de todas formas, la desigualdad ya existe, entre los que manejan solo pesos cubanos (CUP) y los que tienen acceso, en mayor o menor medida a los convertibles (CUC).
En la calle, la incertidumbre radica en que si hay una unificación monetaria con una tasa de cambio a la baja, quienes poseen CUC se verán notablemente perjudicados, así que se está produciendo un movimiento “subterráneo” mediante el cual, quienes pueden, buscan guardar el dinero en los bancos, para mantenerlo seguro ante cualquier cambio, e incluso hay quienes se inclinan a favor del CUP sobre el CUC porque, afirman, esa es la moneda nacional que está refrendada en la Constitución.
