Con poca confianza en el que el vicepresidente argentino, Amado Boudou, obtenga un fallo favorable de la Justicia, el Gobierno del país apuesta por salvaguardar la imagen de la mandataria Cristina Fernández de Kirchner a través de la economía. Con poca confianza en el que el vicepresidente argentino, Amado Boudou, obtenga un fallo favorable de la Justicia, el Gobierno del país apuesta por salvaguardar la imagen de la mandataria Cristina Fernández de Kirchne a través de la economía.
En concreto, como señala el diario Clarín, han optado por “una mejora económica para recuperar la confianza de la economía ante el mensaje ya instalado de la corrupción”, comentaron desde la Casa Rosada, donde apuestan por la presidenta en vista de que pueda haber complicaciones con la imagen pública de Boudou.
Como la presidente optó por defender a su compañero (de hecho lo eligió la propia Fernández), algunos legisladores y ministros que no apoyan las actitudes de Boudou, prefieren no opinar en público y sólo señalan que, como vicepresidente y con una causa judicial, “debería haber cuidado más algunos comportamientos, porque lo que él haga perjudica directamente a la presidenta”.
Después de intercambiar opiniones, el Gabinete argentino ha admitido que el daño ya está hecho, de ahí que haya que revertir la idea que tiene el pueblo de corrupción en el Ejecutivo argentino. Así las cosas, han decidido optar por focalizar sus esfuerzos en la economía. “Hay que evitar que los precios se disparen más”, explicó una fuente oficial.
