En un mensaje privado a sus amigos, el exministro de Cordiplan cree que los operadores siguen su fiesta con los dólares baratos anticipándose al nuevo precio que surja de la unificación cambiaria. No hace falta tanta literatura. Directamente al grano, el exministro de Cordiplan señala, en un mensaje dirigido a sus amigos, “que va a aumentar tremendamente la corrupción en la asignación de divisas de Cadivi (con el nuevo nombre, efímero). De hecho, segurísimamente ya ha aumentado, incluso desde antes de que el gobierno hiciera el anuncio”. Se refiere al ajuste que se viene. A la unificación cambiaria. O convergencia cambiaria, como ha dicho el presidente de PDVSA y Vicepresidente del Area Económica, Rafael Ramírez, y que algunos han calculado se ubicará en 25 bolívares por dólar.
Según Felipe Pérez, otra vez entra en juego la información privilegiada. “Esta gente está sumamente bien informada, tanto los compradores a esas tasas, como los asignadores de cadivi, y los dos hacen su agosto”. Por lo que escribe el exministro, se sugiere que operadores, funcionarios y traficantes, “esta gente”, vuelven a hacer de las suyas tal como lo hicieron con las empresas de maletín. Es que si viene un nuevo tipo de cambio, más alto, tanto la tasa de 6,30 como el del Sicad I, 10 bolívares promedio, resultan más que atractivos, señala el portal Konzapata.com.
“Esa manguangua de precios del dólar nunca más la van a tener, y se van a desesperar a comprarlos a esa tasa con complicidad de los funcionarios implicados”. Frase textual del exministro Felipe Pérez quien agrega lo peor; o la historia repetida de la peor manera en un contexto en el que escasean las divisas:
“También veo que muchos de esos dólares no van a importar bienes, sino que van a ir a especulación cambiaria. De manera que no les extrañe que aumente la escasez de bienes importados a esas tasas en los próximos dos meses. Y no les extrañen movimientos “raros” de aerolíneas, y de toda la “industria” que vive de importaciones, además de los especuladores cambiarios en sí”.
Nada alentador el panorama. ¿Y después qué? ¿Después del III Congreso del PSUV qué? ¿Después que se tomen las medidas qué? ¿Cómo recoger los platos rotos? ¿Quiénes pagarán el impacto más duro de la crisis, traducida en inflación, desabastecimiento, escasez?
El exministro intenta un pronóstico, tal vez una profecía: “En el peor de los casos, veo un dólar paralelo por debajo de los cincuenta bolívares (en el caso de que la “unificación” sea control de cambios en 25 bolívares)”.