El conglomerado colombiano conocido como Sindicato Antioqueño ya tiene una multilatina. Su división financiera, el Grupo de Inversiones Suramericana, ha firmado un acuerdo de compra con la multinacional holandesa ING para adquirir su operación de pensiones, seguros y fondos de inversión en Chile, México, Perú, Uruguay y Colombia. Inversiones Suramericana, que cotiza en el Latibex y en la Bolsa de Nueva York y Madrid, ha hecho la adquisición más grande de una empresa colombiana en la historia. Se trata de una importante contribución del Sindicato Antioqueño: los ingresos del conjunto empresarial, controlados por una compañía de cementos, una chocolatera y la financiera, representan el 8% del PIB (Producto Interior Bruto) en Colombia. El conglomerado colombiano conocido como Sindicato Antioqueño ya tiene una multilatina. Su división financiera, el Grupo de Inversiones Suramericana, ha firmado un acuerdo de compra con la multinacional holandesa ING para adquirir su operación de pensiones, seguros y fondos de inversión en Chile, México, Perú, Uruguay y Colombia. Inversiones Suramericana, que cotiza en el Latibex y en la Bolsa de Nueva York y Madrid, ha hecho la adquisición más grande de una empresa colombiana en la historia. Se trata de una importante contribución del Sindicato Antioqueño: los ingresos del conjunto empresarial, controlados por una compañía de cementos, una chocolatera y la financiera, representan el 8% del PIB (Producto Interior Bruto) en Colombia.
La transacción, cuyo valor asciende a 2.615 millones de euros (3.763 millones de dólares), consolida al Grupo Sura como líder latinoamericano por su portafolio de pensiones y uno de los primeros en ahorro e inversión en la región. David Bojanini, presidente de la entidad financiera, señaló que se trata de la adquisición más grande que ha hecho una empresa colombiana en el país.
El acuerdo se firmó la pasado noche del domingo tras una teleconferencia entre las directivs del grupo holandés ING, en Ámsterdam, y del Grupo de Inversiones Suramericana, en Medellín, que desde el lunes asumió el liderato del negocio de pensiones en Latinoamérica.
El objetivo, hacerse a nueve compañías administradoras de fondos de pensiones, de inversión, ahorro y tres aseguradoras que tenía la multinacional en México, Perú, Chile, Uruguay y Colombia. El paquete de activos lo debió vender para cumplir con sus deudas con el gobierno holandés, tras la crisis financiera de 2009.
La transacción, sin precedentes, es la operación de compra más grande hecha por una empresa privada colombiana en América Latina: 3.763 millones de dólares (2.615 millones de euros). De este modo, Sura asume 65 millones de euros (45 millones de dólares) de deuda y las ganancias hasta el cierre del negocio, serán de ING.
La suma acordada equivale al presupuesto del Municipio de Medellín para 2010 y 2011. Es una cifra que duplicará los activos administrados por el Gruposura, 121.000 millones de dólares (84.000 millones de euros). Medellín, capital del departamento de Antioquia, es la segunda ciudad más pobladada de Colombia y también una de las más inseguras por el narcotráfico.
Antioquia es la cuna del uribismo y sus 125 municipios han sido el epicentro del exponencial crecimiento de esta nueva corriente política. En las elecciones del 2006, el 71% de los antioqueños salió a votar para reelegir a Uribe. El Sindicato Antioqueño también apoyó al ex mandatario. Este grupo económico, que incluye la Nacional de Chocolates, Argos, Noel, Zenú y Suramericana, entre otras empresas, ha mostrado siempre su cercanía a Uribe.
En el camino quedaron cinco finalistas, entres ellos gigantes mundiales de fondos de pensiones como Metlife, Prudential y Principal. Tras cerrarse el acuerdo, sólo se cambiarán las marcas de las compañías que lleven el apellido ING. Además, Grupo Sura respetará los puestos de trabajo de sus empleados, lo que ofrecerá tranquilidad para los 10 millones de cliente en los cinco países.
Con esta expansión, el directivo de la entidad financiera entrevé que dentro de dos o tres años habrá la necesidad de crear una holding de pensiones con los activos de los que tomará total control a partir de 2012.
El Sindicato Antioqueño es dueño de unas 150 empresas y del 8% del PIB de Colombia. No tiene personería jurídica como grupo, pero comparten una filosofía corporativa común, y porque no decirlo, intereses políticos semejantes, así como estrategias de control social y de expansión económica comunes. Las empresas son dueñas entre si, lo que las imbrica en sus potencialidades e intereses.
La gran propiedad de las firmas es de unas cuantas familias antioqueñas, que pretenden mantener hasta el 51%, aunque en los últimos años se ha abierto para albergar los recursos de 74 fondos internacionales y una proporción importante de los fondos de pensiones y cesantías existentes en el país. Por lo que sus directivos sostienen que cuentan con más de 10.000 accionistas.
Una de las empresas es Bancolombia, es el primer banco del país con el 21% de todo el sector. Esta entidad financiera cuenta con todos los ramos de la actividad bancaria (leasing, factoring, fiduciaria, renting, financiamiento comercial y valores). Además, tiene oficinas y agencias en Panamá, Puerto Rico, Perú, Miami e Islas Caymán. T