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El Congreso colombiano, dispuesto a refrendar el acuerdo de paz con las FARC

Bandera de Colombia

El Congreso de Colombia está dispuesto a refrendar el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC con las eventuales modificaciones que se le hagan tras ser rechazado en el plebiscito de comienzos de este mes, afirmó hoy el presidente del Senado, Mauricio Lizcano. El Congreso de Colombia está dispuesto a refrendar el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC con las eventuales modificaciones que se le hagan tras ser rechazado en el plebiscito de comienzos de este mes, afirmó hoy el presidente del Senado, Mauricio Lizcano.

«El Congreso está dispuesto a asumir esa responsabilidad histórica de refrendar los acuerdos», dijo Lizcano al hablar en un foro sobre la dificultad que vive el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Ambas partes suscribieron el acuerdo de paz el 26 de septiembre, tras casi cuatro años de negociaciones, pero el proceso quedó en suspenso desde que fue rechazado en el plebiscito por una estrecha mayoría de votantes.

Tras el fracaso, el presidente Juan Manuel Santos convocó a todas las fuerzas políticas para tratar de salvar el acuerdo, especialmente al Centro Democrático, partido de derecha radical que dirige el ex presidente Álvaro Uribe, líder de la oposición y quien encabezó la campaña para que el pacto no fuera refrendado.

El Gobierno abrió entonces un período para recibir las objeciones de los políticos que promovieron el rechazo al pacto de paz, que concluyó la semana pasada.

Todas las propuestas de los sectores opositores fueron reunidas por el Gobierno y desde el fin de semana son discutidas con los jefes de las FARC que permanecen en La Habana, donde se cumplió la negociación desde noviembre de 2012.

Desde la isla caribeña, el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, aseguró que las partes están «cerca de definir un acuerdo» y llamó a la ciudadanía a seguir manifestando su apoyo a la paz a través de las movilizaciones callejeras, que en las últimas semanas han reunido a más de 100.000 colombianos.

«Cerca de definir acuerdo recogiendo inquietudes de gente del común: abstencionistas, del ‘no’ y del ‘si’. Determinante #PazALaCalle #NoDilatarMás», escribió Londoño.

Según Lizcano, en la actual coyuntura política debe descartarse un nuevo plebiscito para refrendar o rechazar el acuerdo con las posibles modificaciones que se le introduzcan.

Lizcano, del gobernante Partido Social de Unidad Nacional, dijo que el Congreso está listo para asumir la tarea de refrendación por ser el escenario más adecuado, pues allí están representadas las fuerzas del Gobierno, de la oposición y de los partidos independientes.

«El escenario para refrendar un nuevo acuerdo debe ser el Congreso de la República. Allí están los líderes más connotados del ‘sí’ y del ‘no’ (en el plebiscito). Me parece que un nuevo plebiscito es un salto al vacío, polariza aún más al país y nadie garantiza que el resultado sea positivo», dijo Lizcano.

«Esperemos que la propuesta le guste al Gobierno. Tramitaríamos las iniciativas con mensaje de urgencia porque el ‘fast track’ ya se cayó (en el marco del plebiscito)», agregó Lizcano.

Por su parte, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dijo que la implementación del acuerdo de paz debe ocurrir pronto porque teme que la incertidumbre causada por el triunfo del «no» derive en una división de las FARC.

«(La división) puede darse por la presión de grupos organizados, pueden generarse disidencias, fortalecimiento de esas disidencias, simplemente por el paso del tiempo en medio de la incertidumbre, pese a que a la buena voluntad de los mandos de las FARC», manifestó Villegas.

La preocupación del ministro de Defensa fue compartida por Frank Pearl, uno de los integrantes del equipo negociador del Gobierno en el proceso de paz con las FARC, quien dijo que por eso las dificultades deben superarse pronto.

«Por eso los acuerdos deben resolverse pronto, hay que alcanzar un acuerdo pronto. Hay un riesgo real en las regiones», dijo Pearl, tras indicar que cualquier modificación que se le haga al acuerdo debe tener el visto bueno de las FARC.

El problema planteado tras el plebiscito es más político que jurídico, pues Santos no estaba obligado a convocar a sus compatriotas a las urnas para la refrendación del acuerdo, como no ocurrió en las tres últimas décadas al final de procesos de paz con varios grupos guerrilleros y paramilitares.

Entre las alternativas, además de la discusión de las objeciones entre el Gobierno y las FARC, está la posibilidad de que el Congreso, con mayoría del oficialismo, expida leyes para implementarlo o que se convoque una Asamblea Constituyente.

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