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El ataque a Libia divide a Latinoamérica

La intervención militar en Libia despierta más rechazo que simpatía en América Latina. La Operación ‘El Alba de la Odisea’, como ha sido calificado el ataque, ha dividido a los gobernantes del subcontinente. Los presidentes de países como Colombia, Chile, Perú y Panamá han respaldado la acción militar emprendida por EEUU, Francia y Gran Bretaña para imponer una zona de exclusión aérea en Libia. Al igual que España, que también ha mostrado su apoyo. Mientras, los líderes de Venezuela, Cuba, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Ecuador o Nicaragua rechazan los ataques contra las tropas del mandatario libio Mohamar Gadafi. La intervención militar en Libia despierta más rechazo que simpatía en América Latina. La Operación ‘El Alba de la Odisea’, como ha sido calificado el ataque, ha dividido a los gobernantes del subcontinente. Los presidentes de países como Colombia, Chile, Perú y Panamá han respaldado la acción militar emprendida por EEUU, Francia y Gran Bretaña para imponer una zona de exclusión aérea en Libia. Al igual que España, que también ha mostrado su apoyo. Mientras, los líderes de Venezuela, Cuba, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Ecuador o Nicaragua rechazan los ataques contra las tropas del mandatario libio Mohamar Gadafi.

El pasado sábado 19 de marzo se iniciaron los ataques aéreos, coordinados por EEUU, Reino Unido y Francia, contra las tropas afines a Gadafi para lograr una zona de exclusión aérea que evite que el líder siga arremetiendo contra su pueblo, que desde el 15 de febrero se manifiestan en contra del presidente libio.

La intervención militar internacional para proteger a la población libia se está llevando a cabo para definir las medidas con el fin hacer cumplir la resolución 1937 del Consejo de Seguridad de la ONU, según acordaron representantes de 22 países que se reunieron en París.

Brasil, que fue uno de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que se abstuvo en la votación de la resolución 1973, que crea una zona de exclusión aérea en Libia, no se ha pronunciado sobre el comienzo de las operaciones militares, que coincidió con una visita a Brasilia del presidente estadounidense, Barack Obama.

La nación estadounidense ha calificado como un éxito la operación ‘El alba de la Odisea’, en la que se dispararon 112 misiles contra bases militares.

Mientras los presidentes de Colombia, Perú y Panamá y el Gobierno de Chile expresaron su apoyo, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay y Nicaragua condenaron el ataque.

Hugo Chávez, principal aliado de Gadafi en Latinoamérica, que calificó de irresponsable y de injerencia la acción internacional armada contra Libia y exigió un alto el fuego de verdad, se sumaron otros presidentes de izquierda latinos y el gobierno de Rusia.

Otro a favor del ataque es el presidente peruano, Alan García. El mandatario ha aplaudido la operación internacional emprendida en Libia para frenar la masacre perpetrada por la dictadura y confía en que con esta acción militar la situación cambiará en favor de la democracia en esa nación africana.

Por su parte, Perú, que fue el primer país en el mundo en romper relaciones diplomáticas con Libia, tras la represión de las manifestaciones que exigen la salida del poder de Gadafi, también apoyó la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de atacar las bases libias.

Mientras, el Congreso de los Diputados español dio su apoyo por amplia mayoría a la participación de tropas españolas en la operación militar internacional en Libia.

A favor se mostraron 336 diputados, se opusieron tres, y se abstuvo uno, mientras varios pacifistas invitados gritaban «No a la guerra».

El presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, solicitó a los diputados la autorización y ratificación de la participación de las fuerzas españolas en la operación militar internacional para mantener una zona de exclusión aérea en Libia.

España aportará cuatro aviones de caza F-18, un avión cisterna, otro de vigilancia marítima, un submarino y una fragata de la clase F-100 a la coalición internacional

En el lado opuesto, cientos de venezolanos se manifestaron contra la agresión militar de varias potencias occidentales en el territorio de Libia. Frente a la embajada de la nación árabe en esta capital, criticaron el doble rasero del sistema de Naciones Unidas que permitió lo que consideran una masacre al pueblo de esa nación.

Lo mismo opina Bolivia. Evo Morales dijo que la intervención militar multinacional era un pretexto de algunas potencias mundiales interesadas en el petróleo. Morales aseguró que no acepta que se violen los derechos humanos en Libia y pese a que pidió que se sancione a quien lo haga afirmó que las potencias no deben aprovechar eso para el ataque.

Cuba, Argentina, Uruguay, Paraguay, ecuador y Nicaragua, también están en contra de la intervención militar. Por lo que parece que, la operación en Libia despierta más rechazo que simpatía en América Latina.

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