Después de que Nicolás Maduro anunciase un plan para ampliar a 500.000 los miembros de la Milicia Bolivariana a los que se ha armado con fusiles para desplegarse en todas las zonas para la defensa del país. Este miércoles se esta celebrando una gran jornada de movilizaciones en Venezuela después de que la oposición convocase protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro en todo el país coincidiendo con la conmemoración del inicio de la lucha por la independencia de Venezuela de España el 19 de abril de 1810. Un llamamiento al que el Ejecutivo ha respondido organizando marchas paralelas.
Nada particular en estos últimos tiempos en los que la extrema polarización del país ya es casi omnipresente también en las calles si no fuese porque tanto oposición como Gobierno coinciden en su excepcionalidad.
Por un lado, la oposición la ha calificado como «la madre de todas las marchas» y «la mayor expresión de protesta que este gobierno haya sentido desde que está en el poder»; y, por otro, el Gobierno habla de «megamarcha» y de «la más gigantesca marea roja que se haya visto nunca», según recoge el servicio global de la BBC.
Pero también porque el lunes Maduro anunció que se ha aprobado un plan para ampliar a 500.000 los miembros de la Milicia Bolivariana a los que se ha armado con fusiles para desplegarse en todas las zonas para la defensa del país.
«Un fusil para cada miliciano», declaró el presidente venezolano.
Una iniciativa que ha sido condenada por el Gobierno estadounidense al advertir que armar a cientos de miles de civiles en Venezuela «llevará al desastre» al país caribeño. «Hay que mandar un mensaje de no violencia y de asunción de responsabilidades», ha señalado el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, según declaraciones que recoge Infobae.
Además, EE.UU. ha abierto la puerta a exigir responsabilidades «a los responsables de la represión criminal (?) en el marco de «la comunidad internacional» y por parte «del pueblo venezolano y sus instituciones». No obstante, el Gobierno estadounidense descarta imponer sanciones contra el país caribeño ya que «afectarían a la gran mayoría de los ciudadanos venezolanos», quienes ya sufren carencias de abastecimiento alimentario y de medicamentos, entre otras cosas.
