La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha afirmado que no permitirá que la inflación se disparé en el país y que hará todo lo que sea necesario para que se mantenga en el entorno del 4,5%. En una entrevista publicada por el diario financiero Valor Económico, la primera que ha concedido desde que llegó al poder, la mandataria ha asegurado también que es compatible controlar los precios sin condicionar el crecimiento económico. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha afirmado que no permitirá que la inflación se disparé en el país y que hará todo lo que sea necesario para que se mantenga en el entorno del 4,5%. En una entrevista publicada por el diario financiero Valor Económico, la primera que ha concedido desde que llegó al poder, la mandataria ha asegurado también que es compatible controlar los precios sin condicionar el crecimiento económico.
La inflación ha sido el centro de atención de la primera entrevista que ha concedido la presidenta Dilma Rousseff, desde que asumió el cargo el pasado 1 de enero. La mandataria brasileña considera que su Gobierno podría alcanzar un crecimiento de entre un 4,5 y un 5% este año y contener los precios, que el año pasado alcanzaron el 5,91% y en los primeros meses del año se han situado en torno al 0,80%, en un 4,5%. Una cifra que coincide con la que anunció el ministro de Hacienda, Guido Mantega, la semana pasada. Pero que se aleja del 6% que señala The Economist Intelligence Unit (EIU) correspondiente a la inflación del mes de febrero
La presidenta explicó que la subida de precios en Brasil no se debe a la demanda interna, sino al incremento de las materias primas en todo el mundo. Dilma Rousseff añadió que su Gobierno, que se ha centrado en importantes recortes presupuestarios, podrá mantener los precios bajo control sin perjudicar el crecimiento de la economía. Sin embargo, no entró en los detalles de cómo pretende conseguirlo.
Las afirmaciones de la mandataria han sido discutidas por algunos economistas del país que, según recoge la prensa local, consideran que el incremento en los precios de los alimentos, algo temporal, no es el verdadero problema. Estos expertos han indicado que el aumento de los salarios ha impulsado un incremento en la demanda, lo que presiona la inflación.
Aunque, durante la entrevista, la mandataria no explicó cuales son las medidas que su Gobierno pretende impulsar para controlar la inflación y evitó las preguntas sobre la valorización del real, sí quiso detallar los preparativos para el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Brasil en 2014 y 2016 respectivamente. En este sentido, la presidenta brasileña aseguró que permitirá la inversión privada en los aeropuertos del país y que creará un nuevo cargo para unificar las operaciones aeroportuarias, la Secretaría de Aviación Civil, que tendrá estatus ministerial.
Las declaraciones de la mandataria al periódico financiero Valor Económico han sido muy criticadas. Analistas de la prensa local sitúan la subida de precios en torno al 6,3% para este año. Cifra que supera incluso la previsión, de un 6,2%, de EIU. Asimismo, estos expertos han afirmado que no existe un verdadero esfuerzo por parte de Dilma Rousseff por llevar la inflación a la meta que ha fijado el Gobierno.
