La tasa de inflación brasileña acumulada en los últimos doces meses alcanzó el 6,6%, por lo que supera por primera vez el techo del 6,5% previsto por el Gobierno del país iberoamericano. La cifra ha hecho salta la luz de alarma y la presidenta Dilma Rousseff ha llamado a tres economistas para hablar sobre el tema. La tasa de inflación brasileña acumulada en los últimos doces meses alcanzó el 6,6%, por lo que supera por primera vez el techo del 6,5% previsto por el Gobierno del país iberoamericano. La cifra ha hecho salta la luz de alarma y la presidenta Dilma Rousseff ha llamado a tres economistas para hablar sobre el tema.
Según apunta la prensa brasileña, la mandataria se reunió el lunes en el palacio presidencial con el exministro de Hacienda, Delfim Netto; el profesor Luiz Gonzaga Belluzzo; y el especialista Yoshiaki Nakano, de la Fundación Getulio Vargas para consultarles sobre las medidas que se pueden llevar a cabo para frenar el aumento de los precios de los últimos meses.
Entre los temas que se trataron para acabar con el aumento de la inflación, parece que estuvo muy presente la idea de elevar las tasas de interés. «Brasil está dividido entre los que piensan que no puede haber un aumento en las tasas de interés, y los que piensan que las tasas de interés no pueden caer», comentó Beluzzo después de la cita.
El economista no negó que se pudiera implantar dicha medida y parece que es uno de los partidarios de aumentar la tasa de interés para acabar con el problema, por lo que en el país iberoamericano se da por hecho la subida.
El Ejecutivo de Dilma Rousseff fijo como meta de inflación en 2013 el 4,5% con un margen del 2%, lo que admitía una subida hasta el 6,5% en el presente ejercicio. El problema es que en marzo, según los datos publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) la inflación fue del 0,47%, por lo que la tasa acumulada llegó al 1,94% en el primer trimestre y la variación anual se colocó en 6,59%.
