El brasileño Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) ha acusado a Petrobras de haber incurrido en un sobrecoste de 1.800% en la construcción de un gasoducto a través de una supuesta empresa fantasma tras las últimas auditorias llevadas a cabo. El brasileño Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) ha acusado a Petrobras de haber incurrido en un sobrecoste de 1.800% en la construcción de un gasoducto a través de una supuesta empresa fantasma tras las últimas auditorias llevadas a cabo.
De este modo lo ha revelado el diario brasileño O Globo y lo recoge Los Tiempos. Pero la empresa, que se encuentra envuelta en un escándalo de corrupción, ha asegurado a través de un comunicado que no ha creado una empresa fantasma y que la obra tuvo un incremento del 20% con relación al valar inicial que es admisible “en construcciones de este tamaño”.
La obra que tanto qué hablar está dando es, según la prensa brasileña, al trecho del gasoducto Gasene, de 954 kilómetros, que conecta al sudeste con el noreste de Brasil. La infraestructura tuvo un coste de 2.300 millones de dólares y la sospecha ha alcanzado unos 1.600 millones de dólares al cambio actual.
